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saber el motivo de su visita.
                                                                La Capitana, con su tez morena, cabello
                                                              rizado escoltado de un pequeño bucle, cubierta
                                                              de collares, pulsera, aretes largos, un vestido
                                                              rojo floreado y unos ojos que casi se le salían
                                                              de sus cuencas, con sencillez y sin mayor for-
                                                              malidad dijo: “Niña Tere, nos gustaría que nos
                                                              diera a su hija para Reina de las Fiestas y yo le
                                                              voy a ayudar”.
                                                                Mercedes sobre este pasaje subraya: “yo no
                                                              la conocía y yo no sé de dónde me conocía. Era
                                                              una señora famosa porque “tiraba las cartas” y
                                                              su forma de vestir era diferente; en algunas fes-
                                                              tividades del pueblo, salía de india y mexicana;
                                                              pero fue quien impulso mi reinado”, afirma.
                                                                La carroza, asentada sobre una tarima, sim-
                                                              ulaba un jardín, donde sobresalía un trono y
                                                              un arco con el nombre de la soberana. Era la
                                                              época de Rodolfo Girón, conocido como “Don
                                           ANA                Rodo”, quien con música de fondo de la Banda
                                                              Municipal, el 21 de noviembre y frente al Palacio
                            MENÉNDEZ                          Municipal coronó a Julia Mercedes.

                                                                              En  1960 hubo un acontec-
                                                                            imiento fuera de agenda, que
                                                                            amenazó con impedir la fiesta.
                                                                            El 26 de octubre de ese año, un
                                                                            golpe de Estado depuso a Pres-
                                                                            idente de la Republica Coronel
                                                                            José María Lemus.
                                                                              La incertidumbre se apoderó
                                                                            de los encargados de los feste-
                                                                            jos. Deponer a un mandatario
                                                                            en  esas  condiciones,  incluía
                                                                            abolir la autoridad de todos los
                                                                            Alcaldes y el de Armenia no era
                                                                            la excepción. Sin embargo, el Dr.
                                                                            Rafael Antonio González Diotris
                                                                            continuó en el cargo y el libreto
                                                                            novembrino siguió su curso.
                                                                               La corona de ese año se aco-
                                                                            modó en la frente de la señor-
                                                                            ita Ana Menéndez, de 18 años,
                                                                            que estudiaba en el Colegio
                                                                            La Sagrada Familia. Con este
                                                                            reinado se inauguraba una nueva
                                                              etapa. El viejo cabildo que se construyó después
         SU MAJESTAD ANA MENÉNDEZ                             del terremoto de 1917 ya no estaba. Pero esquina
         Y SU CORTE DE HONOR
                                                              opuesta del viejo edificio, se encontraba un


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