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ordenado, bien peinado y muy disciplinado en          portal, frente al parque”, señalaron. “Nunca
        el aula, nunca volvió a Armenia”, acentúa.            imaginamos y jamás se nos cruzó por la mente
           Pero el Padre Walter se iba a cruzar con otro      que al día siguiente, acatando una obra de Dios,
        episodio, que pondría a prueba la solidaridad         iba a suceder semejante tragedia”, subraya.
        de su feligresía. Apoyado en su mismo testi-              Efectivamente en el lugar indicado, el
        monio, (Centro de Justicia y Responsabilidad,         padre encontró al Alcalde, disfrutando de un
        San Francisco, CA) el caso fue el siguiente: “Él      desayuno “típico”: frijoles, huevos, queso,
        estaba acompañando al alcalde a su oficina.           plátanos fritos y café. Con la confianza que se
        El alcalde tenía que firmar un documento que          tenían como conductores de la comunidad,
        permitiría una celebración. Mientras estaba           mientras lo observaba comer, dijo: “¡Mira! qui-
        caminando junto a él, una guerrillera disparó en      ero que me hagas el favor de darme la firma y el
        la espalda del alcalde, quien murió en el camino      sello para destazar un torete, para una actividad
        al hospital”.                                         de la iglesia”.
           El testimonio anterior, sería lo que en peri-         Eduardo que ya estaba por terminar de
        odismo conocemos como una nota fría. Sin              comer; mientras daba un último sorbo al
        embargo, el hecho se vio rodeado de circun-           café, respondió, “como no, vámonos para la
        stancias más calientes. Incluso algunos testi-        Alcaldía”, situada a pocos pasos del comedor.
        gos que presenciaron el suceso, cada uno a su         Según narra Blanca Machuca, “cuando iba lle-
        manera, exponen su propia versión.                    gando al palo de bálsamo, frente a la torre del
           Los miembros del Patronato Pro-Construc-           edificio municipal, alguien se acercó al padre y
        ción de la iglesia, formado por Rosalina Mon-         lo empujó hasta besar el pavimento de la calle
        toya de Arévalo, Blanca Machuca, Esperanza            y dispararon contra Guayo”.
        de Criollo, Inesita Cortez, Laura Sigüenza y             Agrega Blanca Machuca que “el padre, aun
        Víctor Escobar, (1979). Se reunieron por esa          sin salir del asombro de lo que estaba ocur-
        fecha, con el padre Walter y él les participó que     riendo, sólo alcanzó a ver una silueta de quienes
        le habían regalado un torete.                         dispararon y sin más se acercó a Guayo quien
            Blanca Machuca, recuerda que, “Como               aún estaba con vida. Lo levantó y acomodó en su
        siempre hacíamos actividades para la iglesia,         vehículo para llevarlo al hospital, pero al llegar
        con el novillito se pensó hacer una barbacoa,         a la hacienda Las Tres Ceibas, a un kilómetro
        allí mismo se acordó ir donde el Alcalde y pedirle    del hecho, murió. El padre dio la media vuelta
        permiso para destazar al animal en el rastro.         y lo trajo de regreso”.
        Todos los presentes encargaron esa tarea al pár-         Rosalina de Fuentes y Haydee Cárcamo tam-
        roco, quien a renglón seguido dijo: “yo no puedo      bién presenciaron el suceso. “Trabajábamos
        porque estudio y tengo clases en San Salvador”        en la Escuela de Tres Ceibas y esa mañana por
           En esa misma sesión que tenía como sede el         una actividad extraescolar, despachamos a los
        Convento, entonces ubicado atrás del templo           alumnos a primera hora”, puntualizan.
        católico, los miembro del Comité, al ver la neg-         “Minutos más tarde – agregan-, tomamos
        ativa del sacerdote, le manifestaron: “padre,         el autobús hacia Armenia, una que tenía un
        usted puede, haga un espacio”. Todo ocurría           gran rotulo al costado que decía RAGUA, no nos
        una noche antes, sin imaginar todos los allí          explicamos por qué hizo la parada precisamente
        convocados que al día siguiente los acontec-          frente al puesto de la Policía Municipal, no se
        imientos jugarían en su contra. Ante la insis-        movió por mucho tiempo y nos cubría la vista
        tencia, al prelado no le tocó más que decir: “así     hacia el parque. Sin embargo desde nuestra ven-
        quedamos”.                                            tanilla casi al fondo del autobús, observamos
           Tomado el acuerdo, a la súplica todavía agre-      a una mujer recostada en el palo de bálsamo de
        garon otras indicaciones. “Guayo (el Alcalde),        la esquina del parque. Desde allí vimos como
        llega todas las mañanas a desayunar donde             ella disparó a Guayo, quien inmediatamente
        la niña Orbelina Contreras, en la esquina del         se desplomó. El padre vimos que se cayó o lo



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