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FACHADA DEL
                                                                                    TEMPLO CATÓLICO
                                                                                    SIN SUS DOS
                                                                                    TORRES EL DÍA QUE
                                                                                    ARMENIA CUMPLIÓ 75
                                                                                    AÑOS DE HABER SIDO
                                                                                    NOMINAD CIUDAD
                                                                                    (1983)






                                                                                     Guayo caminaba con el
                                                                                     sacerdote y que él iba
                                                                                     detrás, siempre cerca
                                                                                     de su jefe, por cualquier
                                                                                     necesidad. “De repente
                                                                                    vi tres hombres armados,
                                                              con pelucas amarillas, como hechas de mezcal,
                                                              con pañuelos, dirigirse hacia el Alcalde, en ese
                                                              momento lo que hice fue tirarme al suelo pues
                                                              al escuchar los disparos creía que me habían
                                                              matado. Si, alcance a ver cuándo ya en el suelo
                                                              le descargaron el último disparo. Del susto me
                                                              enfermé. Sinceramente creía que me habían
                                                              matado”, subraya.
                                                                 La familia Contreras, que vivía enfrente, a
                                                              quienes Eduardo solía visitar, también observó
                                                              lo sucedido. Aseguran que no era al Alcalde a
                                                              quien querían matar, sino al sacerdote.
                                                                 Consumado el hecho, la culpa recayó sobre el
      DESPUÉS DE TRES AÑOS DE                                 padre Walter. Abundaron las conjeturas: “Por
      TRABAJO (1997-2000) LAS TORRES                          su culpa había ocurrido la tragedia”, “Estaba
      DEL TEMPLO A PUNTO DE SER                               de acuerdo con los hechores…” y, así sin más,
      TERMINADAS. (FOTO DE RENÉ ARANA)                        el sacerdote fue encarcelado.
                                                                 El Comité Pro-Construcción de la Iglesia,
        empujaron”, afirman.                                  decidió velar por la integridad de su sacerdote.
           Otra versión es la de Mélida de Morán, dueña       “Lo cuidábamos noche y día, rodeamos toda
        de un negocio de electrodomésticos, esquina           la Alcaldía donde estaba recluido; los rumores
        opuesta al portal. Casualmente se encon-              de que alguien quería asesinarlo en horas de
        traba en la puerta. Según describe, el Alcalde        la noche eran fuertes. Se había encomendado
        se agarró a balazos con los guerrilleros, con         esa tarea a una persona que cuidaba el parque
        una escuadra que portaba, pero un balazo, lo          y hasta le habían dado un arma”. Aseguraban.
        hizo caer al suelo, momento que aprovechó                Los del comité cuentan, además, que
        una mujer que formaba parte del grupo, para           “cuando el sicario iba a ejecutar la orden, se tro-
        quitarle el arma, le dio vuelta y le disparó en       pezó con el hecho de que el padre se encontraba
        la frente.                                            en la celda con el Obispo. Ambos se hallaban
           Víctor Salinas, motorista del camión de la         rezando. Al ver la escena no se sintió con valor
        basura, sobre este mismo evento relata que            de cumplir con la encomienda y regresó donde


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