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NARRACIÓN DE LA HISTORIA
Tomado del Boletín del Comando (Perú 2012 / 28FEB)
Autorización del protagonista.
Entrevista al Comando Luis Alatrista Rodríguez
(Revista Perú Defensa)
Con ese nombre ha quedado grabada en la historia militar una de las gestas más brillantes de
nuestras Fuerzas Armadas, donde un puñado de Comandos, mal equipados, hambrientos y
semidesnudos, hizo huir por las selvas del CENEPA a un enemigo superior en número
equipamiento y tecnología, pero carente de ese valor, motivación y experiencia que sobraba en los
pantanos.
¿Qué pasó en realidad aquellas jornadas de febrero de 1995? ¿Cuál fue el accionar de las Fuerzas
Especiales peruanas en el golpe a la base ecuatoriana de Coangos y la toma del Falso Tiwinza?
¿Cuántos desafíos tuvo que superar este puñado de soldados peruanos desde su movilización en
el Huallaga, la conquista de sus objetivos, hasta el fin de las hostilidades?
Quince años después de esta guerra ocurrida en una de las selvas más hostiles del planeta, el
General de Brigada EP (en retiro) Luis Alatrista Rodríguez, conductor de las valerosas patrullas del
Batallón de Comandos “Ladislao Espinar” N° 19 (BC-19) en aquellas fechas, conversa con Perú
Defensa para permitirnos conocer al detalle lo que nunca se contó sobre las acciones de armas
que culminaron con el famoso “Miércoles Negro”, el día más triste para el Ejército del Ecuador.
GUERREROS DE LA JUNGLA
Para el entonces Teniente Coronel EP Luis Alatrista Rodríguez, el conflicto del Cenepa empezó a
inicios de enero, cuando se hallaba combatiendo a
Sendero Luminoso en el Alto Huallaga, al mando de la
Unidad de Comandos Pachacútec, durante la operación
“Tumba Monte”. “Mi Batallón de Comandos Pachacútec
recibió orden de movilizarse hacia la frontera con el
Ecuador, y como yo tenía cinco patrullas la mitad del
Batallón, pues en diciembre se había licenciado a parte
del personal, pidieron replegarme desde Aucayacu hacia
Tingo María”:}; recuerda.
Alatrista había desarticulado al comité regional senderista
en su guarida de Bijao margen izquierda del río Huallaga,
atacado en Montaña Verde a la columna “Atreverse”
ocasionándole muchas bajas, e incautando gran cantidad
de armas y municiones en una caleta de La Collpa.
Triunfos que tenían a la tropa con la moral muy alta.
El 30 de enero, la Unidad vio aterrizar tres Antonov An-32
de la Aviación Policial, y dos horas después arribó al
aeropuerto “Jorge Chávez” en Lima. Allí tuvo que esperar
largas horas pues nadie había previsto recogerlos. Luego,
en la sede del BC-19 en el distrito de Chorrillos, empezó a
informarse de la situación.
“EL COMANDANTE” | OCTUBRE – NOVIEMBRE - DICIEMBRE | AÑO 10 N° 38 35
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