Page 30 - Libro de Filosofía II
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movimiento obrero sindical y cooperativo, del que se apartaría más tarde. Su
doctrina terminó por tomar un carácter sectario. Owen murió a la edad de 87 años,
y sus ideas desempeñaron un papel positivo durante las décadas del treinta y el
cuarenta del siglo pasado. Owen contribuyó mucho a la instrucción de los obreros,
y Engels apreció su prolongada actividad del modo siguiente: “Todos los
movimientos sociales, todos los programas reales registrados en Inglaterra en
interés de la clase trabajadora, van asociados al nombre de Owen” (Engels, “Del
socialismo utópico...”, en Marx/Engels, Obras escogidas,t. II, p. 117, Ed. esp.,
Moscú, 1952).
Su concepción social acerca a Owen a los materialistas franceses del siglo XVIII.
Afirmaba que el hombre es un producto de las circunstancias y que su carácter se
forma al margen de su voluntad. No son los hombres los culpables por sus defectos
y sus vicios, sino el régimen social en que viven. Los crímenes de los hombres son
los crímenes de la propia sociedad; castigar a los individuos, víctimas de la
ignorancia y de los errores de la sociedad, es una injusticia clamorosa. No hay más
que modificar las condiciones de la vida social, mejorar el orden social, y las
costumbres de los hombres cambiarán, concluye Owen, en todo de acuerdo con los
filósofos del siglo XVIII. Pero los materialistas franceses preconizaban la sociedad
fundada sobre la propiedad privada y las libertades burguesas, mientras que para
Owen, esta sociedad era tan imperfecta como el régimen feudal. Sólo la sociedad
socialista es perfecta. Owen se elevaba contra los economistas burgueses, que se
esforzaban en demostrar que el régimen capitalista es natural y razonable. Según
Owen, la sociedad burguesa sólo es temporal. A diferencia de los filósofos franceses
que se limitaban a reivindicar la