Page 130 - Resiliente
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—Fue más el susto que todo —dijo Máximo agarrándome
el hombro, miro la camisa rasgada —¿Te mordió?
Negué con la cabeza, aun así Máximo me reviso el hombro.
—Pero estuvo cerca, muy cerca —dijo Máximo —esos desgra-
ciados se metieron por el hueco que no hemos terminado...
—O derribaron la barricada —le dije jadeando.
—Lo dudo, hubiésemos escuchado.
—No sabemos.
—Entonces mañana lo sabremos, bebé, que nadie agarre agua
de las llaves ni de los tanques, está contaminada, mañana
a primera hora limpiaremos eso.
22 de mayo
Mauro se mejora notablemente, nos integramos en una solución,
bloquearemos la calle, hemos decidido que si aislamos este lu-
gar de esos malditos menos se sentirían atraídos hasta aquí,
pienso que es lo mejor que podemos hacer, Máximo está más que
decidido, la calle que lleva al rio puede ser fácilmente blo-
queada por que no es una calle demasiado ancha, podemos atrave-
sar algunos autos de esa urbanización, el problema es que que-
daría intransitable por autos.
En segundo lugar, está la vía principal de La Pedregosa,
en realidad es un buen plan, podemos sellarla con unos autobuses
y dejar los autos justo en la avenida que lleva al rio,
esa tiene contacto con la avenida principal y sellaríamos más
arriba de la salida de esa calle, así no habría que arriesgar-
se a que esos bastardos entren a los terrenos, seria una forma
mucho mas practica y sencilla de vivir en estos tiempos...
En cuanto a la barrera, hemos terminado de construirla hoy hace
dos horas, ya aquí dan las diez, usamos todas las puertas de la
urbanización para hacer una endeble barricada, pero bueno, como
me insiste Máximo, servirá cuando menos para detenerlos unos
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