Page 190 - Resiliente

—Viejo la próxima manejo yo. —dijo Máximo pálido.

—Luego hablamos eso. —dije todavia algo impresionado.

Mire a Sandra por el retrovisor y la mire soltar unas risitas

—Diablos eso estuvo genial —dijo entre risitas —manejaste
muy bien Mario...

—Dios mío... Dios mío —repetía yo.

Máximo comenzó a reírse con Sandra.

—Mierda viejo —dijo palmeándome el hombro —te la comiste,
con esa vaina, de verga no morimos pero te la comiste igual...

Sandra se reclino en los asientos riéndose, casi nos habían

rodeado esos bastardos podridos y ellos se estaban riendo como
si se hubiesen montado en un maldito carrusel, pero repenti-

namente sentí lo hilarante de toda la situación, y comencé a
reírme también... un momento de increíble paz comenzó a subir

por mi cuerpo, calidez era eso, estaba riéndome por primera
vez en semanas con ganas.

Máximo también comenzó a reírse y luego con más ganas...

esto no se detuvo a pesar de que vimos a los curiosos Zs salir
de sus madrigueras a nuestro alrededor y tiesos comenzaron

a avanzar hacia nosotros, entre risas, volví a acelerar el mo-
tor hasta finalmente llegar al portón, Máximo miro su reloj.

—Nos hemos llevado unas 5 horas haciéndolo todo viejo

—dijo —tiempo record además...
—De igual manera no creo que quiera re-intentar superar el

record. —dije con algo de nerviosismo.
—Te tomare la palabra. —dijo Máximo.

Tenía una fija sonrisa en el rostro, sin embargo mire mis manos,

pálidas y venosas agarrando el volante con tal dureza que había
doblado un poco el manubrio del lado izquierdo.

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