Page 187 - Resiliente
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Tres histéricos pasaron corriendo junto a unas estanterías,

                   nos verían pronto, tendriamos que enfrentarlos.



                          —¡NO! No hay esperanza —dijo Sandra volviendo a sentarse
                   lentamente, era una cárcel mental la que tenía.

                          —¡Ni modo Mario! ¡Vámonos!



                   El primero de los H apareció corriendo hacia nosotros, Máximo
                   brinco el mostrador y le entro a golpes con el machete destro-

                   zándolo, los gritos atrajeron a los Revividos ahora... eran
                   demasiados, dispare a uno que le llegaba a Máximo por la

                   izquierda y con un arranque de furia me agache y agarre con
                   fuerza a Sandra por la mano.



                   Ella intento defenderse dándome una estocada con el cuchillo

                   que pude lograr interceptar y a su vez le arranque el cuchillo,
                   Sandra comenzó a darme golpes y a tirarse al suelo, Repentina-

                   mente me agache y extraje mi propio cuchillo.



                          —¡No hay esperanza! —gritaba Sandra.
                          —¡Estoy harto de esta mierda! —recuerdo haber gritado,

                   use toda mi fuerza y agarre a Sandra del cuello y la estampe
                   contra un estante vacío, le apreté la garganta y ella comenzó

                   a patalear sin aire, tome el cuchillo y lo hundí con lentitud
                   en el brazo izquierdo, saliendo un par de gotas de sangre,

                   Máximo se giró y me grito, pero luego comenzó a golpear a otro
                   Z —¡Siente esto! ¡Estas viva con un maldito demonio! ¡Ah muerto

                   demasiada gente para verte a ti renegar de tu puta vida!
                   —Sandra me miraba perpleja yo afloje la mano para que el aire

                   entrara —¿Sientes eso? Es vida ¡Vida! Estas viva maldita sea,
                   no desperdicies lo que tantas personas han perdido ¡No lo hagas!



                   La solté y me separe de ella, arremetiendo a tiros contra unos

                   Z que venían por el otro lado, Sandra cayó de espaldas al piso
                   y se apoyó contra la estantería, arremetí a hachazos contra

                   otro zombi, eran docenas de ellos por todos lados y con eso me
                   pude dar cuenta de que estaban dentro del estacionamiento...




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