Page 183 - Resiliente
P. 183

de suaves facciones de ojos oscuros y labios finos, también

                   reconocí la nariz respingada, Máximo la agarro de las manos
                   revisándola y sin duda alguna buscándole mordidas.



                   Me brinque en el mostrador y le levante la quijada para verle

                   bien los ojos... estaban sanos pero enrojecidos, no como los
                   de los Zs o de los infectados que había visto antes (que tenían

                   una enorme dilatación de la pupila).



                   Sin duda alguna, reconocí a la antigua amiga de Mauro y ex
                   co-bachiller en el colegio donde estudie de adolescente,

                   era Sandra Loaiza.



                   Máximo y yo parpadeamos varias veces intentando dar crédito
                   a lo que estamos viendo, Loaiza nos miró por unos instantes

                   y parpadeo muchas veces, estaba pálida y débil, mire que
                   respiraba con mucha dificultad.



                   Me agache frente a ella y le palpe el pulso del cuello para

                   descubrir la debilidad de su latido, ella nos seguía mirando
                   e intento levantar las manos pero parecía que no tenía fuerzas

                   para hacerlo, tenía varios golpes por todo el delgado cuerpo.


                          —¿Sandra? —dijo Máximo agachándose —Sandra.
                          —Son solo... ilusiones —dijo ella medio sonriendo —son

                   solo imágenes.
                          —No Sandra —dijo Máximo a mi lado (la conocía mejor que yo)

                   —Loaiza, soy yo, Máximo Carranza.
                          —Mentira —dijo ella sonriendo ahora ampliamente —la men-

                   te... tan cruel...
                          —¡Sandra! —dijo Máximo agarrándola con fuerza de los hom-

                   bros, ella abrió desmesuradamente los ojos y sin nosotros espe-
                   rarlo coloco un enorme cuchillo en la mandíbula de Máximo, este

                   se quedó tieso —Ok... por favor, Sandra... quita el cuchillo de
                   mi cara... no lo pienso pedir dos veces...

                          —Están infectados —dijo ella en tono de acusación —¡Todos
                   están infectados!




                                                                                                                      183
   178   179   180   181   182   183   184   185   186   187   188