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LÁGRIMAS DEL CORAZÓN

                      El lado “animal” del ser humano solamente se puede
                  transformar por medio del amor, la humildad y el control del
                  nafs; es decir, alcanzando el estado de “la nada”. Entonces uno
                  pude pasar por el ojo de la aguja de la aflicción.
                      Yunus Emre, el gran poeta otomano, explica que el egoísmo
                  en el camino de Allah es inaceptable:
                      “Porque decir ‘yo’ no es cosa adecuada para superar la
                  barrera.

                      Algunos que pretenden volar alto, nos desprecian–
                      no es ese el camino de Allah.”

                      Por otro lado, el siervo no debe estar engañado por la idea
                  de que llegó a la luz espiritual por medio de sus propias fuerzas.
                  Debe, en cambio, tener muy presente que se trata de un regalo
                  Divino por el que debería sentirse inmensamente agradecido.
                  De lo contrario, sería para él profundamente destructivo sentirse
                  orgulloso por haber recibido semejante bendición Divina, y
                  dejarse engañar por su nafs creyendo que este logro se debe a
                  sus propios méritos. El destino de los que actúan de esta manera,
                  después de haber recibido el beneficio de la luz de un profeta o
                  de un siervo justo de Allah, es volver a la oscuridad. Esa sombría
                  estación les impedirá llegar a ser un verdadero siervo de Allah
                  y un sincero seguidor del Profeta Muhammad (r). La historia
                  del Islam ofrece abundantes ejemplos de los que cayeron en esta
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                  trampa, como por ejemplo Qarún.
                      Por esa razón, para protegerse de esta trampa espiritual,
                  debemos volvernos hacia Aquél que nos provee de bendiciones

                      24   El Qur’an relata su historia en la surah Qasas, 28:76-83.
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