Page 238 - BI TESTI SU.indd
P. 238
EL MURO DE LA EXISTENCIA
El gran maestro Rumi (ﻩﺮﺳ ﺱﺪﻗ) dijo al respecto: “¡Qué felices los
que purifican sus deseos por medio de la amistad en el corazón
de un amigo de Allah!”
Son las palabras que nos ayudan a cultivar el amor y el afecto
cuya verdad se manifestará plenamente en el Más Allá. Si el
amor por el Noble Qur’an no alimenta nuestros corazones como
las lluvias de abril lo hacen con la tierra sedienta, nunca nos
convertiremos en el pasto esmeralda de la época de Muhammad
(r). Los jardines del corazón esperan la lluvia de los actos
virtuosos como la tierra espera las lluvias de primavera. Por
medio de estas lluvias, con la bendición de Allah, emergen los
capullos de amor, compasión y servicio misericordioso hacia
Su creación. El ser humano se convierte, de esta manera, en la
condensación de toda la creación y cumple con su función de ser
su forma más elevada. Se convierte en Su ojo y en Su oído. Toda
la humanidad se beneficia de su mano y de su corazón.
La siguiente historia del Mathnawi, referente al Califa Umar,
ilustra muy bien esta verdad:
“Un embajador bizantino llegó a Medina Munawwara en
26
misión diplomática. Preguntó por el palacio del Califa Umar (t).
La gente a la que le requirió tal información, le contestó:
‘Aunque todo el mundo conoce su nombre, no posee ninguno
de esos palacios que se pueden construir en este mundo. Su
propio corazón es un palacio luminoso. La única propiedad que
tiene es una casita, como la que tienen los más pobres. Debido
a la enfermedad de vuestro corazón no podréis ver su palacio
espiritual.’
26 Literalmente –la Ciudad Iluminada.
237