Page 379 - Biografia
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Jorge Humberto Barahona González
Catedral primada – plaza de Bolívar
Iglesia de san Francisco – Av. Jiménez con carrera 7ª
Iglesia de la Veracruz – calle 16 con carrera 7ª
Capilla del sagrario – junto a la catedral
Por la enfermedad de los callos de mi papi, nos subíamos en taxi hasta la casa de
mi tía Alicia (después de 2 horas de recorrido), donde nos esperaba el resto de la fa-
milia González, para seguir con la tradición de los siete postres o dulces de diferentes
sabores, les cuento que eran exquisitos y espectaculares, preparados por Amandita, la
tía Alicia… y Óscar Isidro, les daba su aprobación. Año tras año variaban y aunque era
muy pequeño, recuerdo estos episodios como si hubieran pasado el jueves santo del
2009. Estos eran algunos de los postres:
Postre de las tres leches
Arroz con leche
Dulce de mora
Dulce de papaya
Dulce de durazno
Dulce de guayaba
Dulce de breva
Dulce de coco… y otros mas que no me alcanzo a acordar… por eso, que tal si nos
tomamos algo para la memoria, que tal un vodka o un whisky, y sigamos con nuestros
recuerdos…!
VIERNES SANTO
Era un día de silencio en la casa, no se podía reír, hablar duro, gritar, jugar, realizar
los oficios de la casa, es decir, cualquier actividad que pudiera ofender la muerte de
Jesucristo. A las tres de la tarde, para ir al velorio de Jesucristo, mi papi estrenaba su
vestido negro con corbatín negro, a mi mami y a nosotros nos compraban vestidos
oscuros. Después de esta corta visita al santo sepulcro, nos dirigíamos a la otra tradi-
ción familiar, el almuerzo donde el tío Humberto. Los primeros años fue en la casa del
barrio la Fragua al sur, después, años más tarde, en el barrio Modelia al norte, más ca-
chetudo. La señora uva, la suegra del tío Humberto y Fanny, Consuelo, Maritza, Patty,
esposa e hijas del tío Humberto, hacían un almuerzo con pescado, ya que era vigilia
mayor y no se debía comer carne roja, de sobre mesa nos ofrecían sorbete de curuba,
porque sorbete…?, porque era hecho en pura leche, quedaba convertido en una crema
de curuba exquisita, los señores tomaban whisky y las tías tomaban… atenta nota de
lo que pasaba en la tarde.
En la noche, llegábamos tarde a la casa por la enfermedad de mi papi en sus pies, ge-
neralmente nos llevaban en el Pontiac azul del tío Eduardo París, en el carro de Ernesto
Sánchez, familia del tío pote, o sino, en un taxi, que nos dejaba en la calle 11 con carrera
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