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Yo Beto: Una Historia Chévere para contar
Por esos días, se celebraba el cumpleaños de la emisora “puerto Berrío estéreo” y
Gustavo me recomendó ante el gerente-propietario de la emisora, para que, debido a
mi experiencia en montaje de eventos, lo asesorara en el desarrollo del mismo. Con
Clema, atendimos con “bufete” a los invitados especiales (el día del evento en barco),
además, gracias también al profesionalismo y simpatía de Yolanda, Betty y Clema.
Fue mi presentación oficial ante el comercio y medios de comunicación del pueblo, yo
quede como un rey (gracias también a mi trabajo y profesionalismo), se me abrieron
muchas puertas de trabajo. Al bajarme del barco, fui invitado por los directivos de tele-
visión “tele-paisa” canal 3, para que manejara un programa en directo, los sábados y
domingos, de 7 a 9 de la mañana (así lo hice), pero toco suspenderlo por situaciones
adversas que quizá, algún día se las cuente.
Estando en estas, a Gustavo le ofrecieron “gaseosas Glacial” desde Mariquita Tolima,
ser distribuidor exclusivo para la región de Puerto Berrío, me invito a colaborarle y así
lo hicimos. Se organizó todo, pero desafortunadamente nos faltó capital para poner en
marcha este proyecto como debía ser. En una noche de rumba, que disfrutábamos en
Berrío, conocí al dueño de “agua puerta, el Edén”, el señor estaba buscando un jefe de
mercadeo (y ese fui yo). Lo primero que hice fue analizar el mercado, en vista de que
existían 4 batallones del ejército en la región, más de 5.000 clientes potenciales. Me
puse las pilas para venderles a esos clientes, era complicado, el reto era difícil ya que,
en los batallones, vendían agua Manantial (de Coca-Cola), agua Brisa (de Bavaria) y
agua Cristal (de Postobón). Pero para mí no era imposible.
Empecé mi estrategia, estos batallones atendían a los proveedores en una audiencia
pública, todos los miércoles de 7 de la mañana a 1 de la tarde. Según mi experiencia en
este tipo de “codificación” de productos para sus ventas, estuve ese miércoles ofrecien-
do mi producto, “Agua pura el Edén”, compre una hielera de icopor y entre hielo picado,
puse a refrigerar botellas de agua, no lleve bolsa plástica para dar excelente imagen
en la primera presentación. Desde que llegue al puesto de guardia del batallón, donde
se realizaba la adjudicación de compras, a los soldados y a los civiles, les regale bote-
llas de agua fría, cuando llegue al recinto, en la mesa principal y frente a cada uno de
los puestos del comité de compras (6, entre capitanes, mayores y sargentos), coloque
agua suficiente para que la disfrutaran, ahí estuvo mi éxito.
En el salón habían más de 10 proveedores, tamales, gaseosas, empanadas, sánd-
wich, comidas rápidas, masato, avena, etc. El comité llamaba al proveedor, probaba
el producto e inmediatamente decían: “Sargento, compre tanta cantidad de este pro-
ducto”, si no les gustaba el producto, decían: “Gracias, pero en otra oportunidad será”.
Como a la una de la tarde, en este proceso con cada uno de los proveedores, solo
quedaba yo en el salón, uno de los que estaban en la mesa se dirigió a mí y me dijo:
“Muchas gracias por su asistencia, la audiencia termino, usted salió favorecido…?, que
producto ofreció…?”, yo le conteste: “Mi producto es el agua que ustedes han estado
tomando durante toda la audiencia”, a lo que todos me respondieron: “Ah…! Si…?
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