Page 104 - LIBRO ERNESTO
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Ernesto Guerra Galarza
medio; César Pardo, yo como piloto de ataque, Polo Carrera y Tito
Larrea en la ofensiva.
Peñarol puso a Luis Maidana en el pórtico; González, Lezcano, Roberto
Matosas y Omar Caetano en la zaga; Cano y la ‘Monita’ Moacyr, que
después vistió la blusa de Barcelona en la zona medular; Julio César
Abadie, Pepe Sasía, Alberto Spencer y el peruano Juan José Joya en la
vanguardia. Era un equipazo, por eso la victoria tomó más relieve.
Tampoco puedo olvidarme del Santos de Pelé. También me retraté
con el ‘Primer Dios’ que proclamó el fútbol antes de un partido
que jugamos en el Atahualpa. Qué lujo nos dimos al enfrentar a los
grandes astros del balompié mundial. Sería, como ahora jugar ante
Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar, Abrahimovic, Diego
Armando Maradona, Ronaldinho, Johan Cruyff, Franz Beckenbauer,
redondeando las distintas épocas y los nombres más brillantes.
Me agrandaba en los partidos internacionales. No dormía pensando
en esos encuentros que desbordaban la pasión de los hinchas. Y en la
cancha hacía goles. Les marqué a la mayoría de los equipos que nos
visitaron.
El célebre sombrerito para ganarle a la salida apurada del golero Néstor Errea, de la Selección
Argentina. Fue un triunfo memorable por 2 a 0, el 6 de diciembre de 1960. Otro golazo.
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