Page 57 - LIBRO ERNESTO
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Capítulo 3



               vanidades, la vida me brindó la oportunidad de saborear el abecedario
               del fútbol. Mi fútbol, tan lindo y tan noble. Con la pelota, la más
               querida de mis compañeras, “aprendí a perder para aprender a ganar”.
































               Ernesto Guerra en sus funciones como periodista en el Mundial de Alemania. Posa junto a
               Luis Chiriboga Acosta, presidente de la FEF y al periodista Manuel Kun Ramírez.


               En mi niñez tenía compañeros que jugaban al fútbol, que provenían
               de diferentes status. Había hogares en los que la estrechez económica
               obligaba  a  limitar  la  educación.  Muchos  solamente  aprobaron  la
               primaria y los que llegaban a la secundaria, si perdían un año tenían
               que abandonar el colegio y aprender algún oficio. Pero de ese núcleo
               también hubo muchos que llegaron a ser buenos profesionales. Me
               lastimaba observar  las necesidades  que  pasaban  aquellos  hogares,
               cuyos hijos crecieron sin padre.


               Cuando pasados los años, ya llegué a tener negocios, varios conocidos de
               los años de la infancia vinieron a solicitarme trabajo y afortunadamente
               siempre encontraron la mano generosa de la familia Guerra, que les
               abrió las puertas para que puedan llevar el sustento a sus familias.

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