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RASSINIER : La mentira de Ulises



                       en declarar que nunca habían visto un animal semejante. Una revolución de palacio en la H-
                       Führung  de Natzweiler determinó su envío a Buchenwald, de donde fue reexpedido a Dora
                       como hombre de confianza de los comunistas y Kapo de la enfermería.
                            En Dora, Pröll se porta como los otros Kapos,  ni major ni peor. Inteligente, organiza
                       la enfermería salida del apostolado del holandés, que le considera a pesar de todo como una
                       valiosa ayuda por su competencia. Ciertamente, no obedece siempre los mandatos morales de
                       la medicina: es brutal y, en la composición del ejército de Pfleger que precisa para asegurar la
                       marcha de la empresa, prevalecen las referencias políticas sobre las profesionales. Es así como
                       el herrero Heinz, que era comunista y había logrado infiltrarse en la enfermería ya bajo el
                       reinado del Kapo  verde, como Oberpfleger  o enfermero mayor, gozó siempre de su total
                       confianza, frente a la opinión de los médicos. Así es como prefiere siempre a no importa gué
                       mozo de cuerda alemán, checo,

                       [110] ruso o polaco, en vez del estudiante de medicina del que sabe que sus opiniones
                       políticas no concuerdan con las de él. Tiene una gran admiración por los rusos y cierta
                       debilidad por los checos que, según él, fueron abandonados a Hitler por los anglosajones y los
                       franceses, a los que desprecia. Pero es un organizador de primera clase.
                            En menos de un mes, la enfermería está ordenada bajo los principios de los grandes
                       hospitales: en el bloque 16, la administración, las entradas y los cuidados urgentes; en el 17 y
                       en el 39, medicina general, nefritis y neuritis; en el 38, cirugía; en el 126 pulmonías y
                       pleuresías; en el 127 y 128 los tuberculosos. En cada bloque hay un médico responsable,
                       asistido por un Oberpfleger  en cada sala un Pfleger  para los cuidados y un Kalfaktor  para
                       diversos servicios. Para los enfermos hay literas de sólo dos pisos con jergones de viruta de
                       madera, sábanas y mantas. Hay tres regímenes alimenticios: el "Hauskost" o alimentación
                       semejante en todo a la del campo, para los enfermos que no estén afectados en las vías
                       digestivas; el "Schleimkost" o sopa fina de sémola (sin pan, margarina ni salchichón) para
                       aquellos cuyo estado requiera dicta; y el "Diatkost" que consiste en dos sopas diarias una de
                       ellas azucarada, pan blanco, margarina y confitura pará los que tienen necesidad de un
                       fortificante.
                            No se puede decir que en la enfermería se esté muy bien cuidado. La S.S.-Führung sólo
                       concede unos pocos medicamentos y Pröll sustrae del cupo todo lo necesario para la H-
                       Führung no dejando filtrar a los enfermos más que aquello de lo que ella no tiene necesidad.
                       Pero se duerme limpio, se reposa y la ración alimenticia, aún en el caso de que no sea de
                       mejor calidad que en el campo, es siempre más abundante. Pröll limita el cumplimiento de su
                       oficio de Kapo  a una visita diaria, que acompaña con algunos gritos y golpes distribuidos
                       generosamente entre el personal y los enfermos cogidos en flagrante delito de transgresión de
                       los reglamentos de la enfermería. La vida que se lleva en ella contrastaría con el régimen que
                       impera en el resto del campo si el Pfleger  y el Kalfaktor, tanto por celo y fidelidad a las
                       tradiciones como por temor al Kapo, no pusiesen toda su voluntad en procurar hacerla
                       intolerable.
                       [111]
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                            Todas las noches, después de pasar lista, se organiza una barahúnda en la entrada del
                       bloque 16. Este comprende, además del aparato administrativo de la enfermería, una "Aussere
                       Ambulanz" y una "Innere Ambulanz". La primera presta los cuidados inmediatos a todos los
                       enfermos o accidentados que no cumplan las condiciones requeridas para ser hospitalizados, la
                       última decide, tras un examen, la hospitalización o no de los otros.
                            Salvo la gente de la H-Führung, todos los habitantes del campo están enfermos y, en
                       el mundo normal, todos estarían hospitalizados sin excepción y sin dudas, aunque sólo fuese
                       por debilidad general extrema. En el campo todo sucede de otra forma, la debilidad general no
                       cuenta. Sólo se cuida lo que excede de lo común, y aun bajo ciertas condiciones
                       extraterapéuticas, o bien cuando no hay medio de hacerlo de otro modo.
                            Cada preso es, pues, un cliente más o menos asiduo de la enfermería: ha sido preciso
                       establecer un turno que vuelve de nuevo, por término medio, cada cuatro días.
                            En primer lugar están los furúnculos. Todo el campo supura, la furunculosis,
                       consecuencia de la falta de carne y de legumbres frescas en la alimentación, hace estragos en




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