Page 160 - El judío internacional
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norteamericanos. El presidente Wilson refrendo tal orden.

                  El "Consejo de Marina", institución oficial, pidió mediante avisos a un empleado de oficina cristiano;
                  Marshall exigió: "No como castigo, sino para que sea un ejemplo y por constituir un precedente
                  necesario, debe seguir a semejante ofensa la cesantía del culpable, debiéndose dar a la publicidad
                  el motivo” Nótese la altivez del tono con que el presidente del Comité judeo-norteamericano trata a
                  una autoridad legal norteamericana. En avisos judíos pueden muy bien solicitarse empleados
                  judíos. ¿Por qué a los cristianos no se nos permite pedir a cristianos?

                  Una exigencia a menudo repetida es la de prohibir la publica lectura de textos bíblicos y hasta la del
                  Padrenuestro en las escuelas. Escolares judíos piden la eliminación de la Biblia y de cantos
                  cristianos en las escuelas. En cambio, 22.000 niños hebreos reciben en Nueva York una educación
                  religiosa puramente judía. El Consejo Escolar de Chicago aconseja borrar la Natividad de N. S. de la
                  lista de los días festivos en las escuelas. ¿No es el caso de sospechar, que también la supresión de
                  varios días festivos católicos en Europa, hace unos cuantos años, tenga su origen en este fanático
                  odio anticristiano de los todopoderosos judíos internacionales, dada la arriba citada colaboración de
                  las organizaciones hebreas con "importantes personalidades de la Iglesia católica romana"? Se
                  pretende, en cambio que en las comidas publicas de caridad ofrecidas a niñas escolares pobres, se
                  sirven alimentos preparados de acuerdo con el ritual judío.

                  Se repite todos los años con singular energía otra exigencia de los hebreos. En 1913 utilizóse toda
                  la influencia israelita para evitar que la Ley de Inmigración yanqui se modificara en el sentido de
                  que el país fuera protegido contra los elementos indeseables. Se lucho con preferencia por la
                  supresión del precepto de que los inmigrantes tuvieran que probar que saben leer y escribir.

                  Nadie se preocupa de las costumbres judías; poseen su propio calendario, sus días de fiesta, su
                  propio ritual. Voluntariamente se aíslan en sus "ghettos", observan sus preceptos sobre
                  alimentación, sacrifican sus reses según su ritual y en una forma cruel, que ninguna persona de
                  sentimientos nobles aprobaría; esto, y muchas cosas más, pueden hacer sin la mínima molestia, sin
                  que nadie les exija cuentas de ellos. El p oscripto es actualmente y única y exclusivamen e el no-r  t
                  judío. Este debe hacer lo que el hebreo ordene. Si no lo hace, "lesiona los sagrados derechos
                  judíos".

                  Los hebreos hubiesen podido continuar con sus costumbres particulares mucho tiempo, de no
                  haberse excedido. No hay ahora mas remedio que ver como se lesionan derechos norteamericanos,
                  abusando del sentimiento justiciero de nuestro pueblo. Se comprende ahora que la única
                  intolerancia religiosa efectivamente practicada, consis te en el ataque de los hebreos con tra los
                  derechos religiosos de los demás, y en su firme voluntad de que desaparezca de la vida publica
                  yanqui el último vestigio del evidente carácter cristiano de este país. Todo detalle cristiano les
                  desvela y de ahí que, por medio de su omnipotencia política, dondequiera que lo puedan hacer,
                  intenten borrarlo. La ultima meta, a donde todo ha de guiar, son las "reformas" escolares de los
                  bolcheviques en Rusia y Hungría.

                  No conformes con su propia libertad, ni con la "secularización", o "descristianización" de todas las
                  instituciones públicas, el tercer paso de la actividad hebrea consiste en la entronización del
                  judaísmo como sistema renacido y aún privilegiado. Se eliminan en las escuelas el Padrenuestro y
                  las obras de Shakespeare; pero se implantan juzgados judíos en los edificios públicos.

                  Se pretendió en 1908 instituir el sábado hebreo, como día festivo oficialmente reconocido. Los
                  israelitas se negaron a actuar de jurados en sábado. Los comerciantes que los sábados tuvieron
                  abiertos sus negocios fueron boicoteados.

                  Se reclamo en 1909 el reconocimiento general para todos los días de fiesta judíos. Clientes hebreos







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