Page 77 - El judío internacional
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esta verificarse en la vida de los pueblos, debemos fijar nuestra atención de los pormenores que en
                  la época en que se redactaron dichos Protocolos quedaban aún reservados al porvenir. No debemos
                  olvidar que lo que en 1896 o en 1906, pertenecía aún al futuro, hoy puede ya pertenecer al
                  pasado, y que lo que eran proyectos en aquel entonces, pueden ser ya hoy hechos consumados.
                  Recordemos estas palabras del Protocolo 22: "He tratado de descubrir cuidadosamente los secretos
                  de sucesos pasados y por venir, así como el importante desarrollo del futuro p óximo, al cual nos r
                  vamos aproximando en una marejada de angustiosas crisis". Algunos de esos "sucesos
                  importantes" ya se realizaron, proyectando una luz vivísima sobre las cuestiones que iremos
                  tratando aquí.

                  Una prueba documental, grabada en la memoria de todos, la brinda la Gran Guerra. La critica
                  hebrea ejercida contra nuestra presente campaña publicista, trato de levantar gran clamoreo por el
                  hecho de que en uno de nuestro capítulos anteriores nos ocupábamos del antisemitismo
                  actualmente en preponderancia en Alemania, e intento confundir al publico con el torpe aserto de
                  que esta obra nuestra no era mas que una sagaz propaganda germana de post-guerra. En cambio
                  es verdad que una serie de artículos que se ocupan de la cuestión hebrea en los diferentes países
                  tuvo que abandonarse de repente, a fin de informar primordialmente al pueblo norteamericano
                  sobre lo esencial de dicha cuestión. Es Alemania actualmente, y quizá con la única excepción de los
                  Estados Unidos de Norteamérica, el país que en mayor grado se halla interior y exteriormente bajo
                  la influencia hebrea, aserto que puede ahora apoyarse en pruebas mucho mas convincentes que las
                  del capitulo segundo de esta obra. (Y debemos dejar constancia que aquellas pruebas fueron
                  primeramente impugnadas por los portavoces judíos; pero después han sido admitidas). A partir de
                  entonces consiguió la opinión publica en Alemania que los hebreos individualmente se alejaran de
                  la mayoría de los cargos públicos. El pueblo alemán esforzóse en lo posible para reintegrar la
                  Administración del país a manos alemanas. Pero ¿se libro con ello Alemania de los judíos? ¡En
                  modo alguno! Porque las raíces de la dominación hebrea están mucho más amplia y mas
                  hondamente ramificadas de lo que puede significar el ejercicio publico de diversos cargos de poder
                  político y administrativo. Su decisiva influencia sobre las grandes industrias, las finanzas y el
                  porvenir político de Alemania no cambio en nada absolutamente, persistiendo todavía hoy
                  inquebrantada.

                  Citar a Alemania aquí en relación con la cuestión, obedece a razones muy particulares. Sabemos
                  que allí surgió la voz de "anexiones", y ello en una época en que toda la actividad guerrera y la
                  opinión pública germanas estaban completamente bajo la influencia judía. "Anexiones", fue el grito
                  que de repente oyóse en todas partes del mundo, en tanto que en los Estados Unidos de
                  Norteamérica, país que en aquel entonces ni siquiera soñaba en una participación en la contienda,
                  surgía la contravoz de "sin anexiones". Así convirtióse este asunto en una cuestión mundial. Poco
                  tardóse en lograr de una manera sorprendente que los pueblos olvidaran casi completamente los
                  ríos de sangre, los usureros de la guerra y los demás acontecimientos, debatiendo únicamente un
                  asunto que, por su naturaleza, hubiese pertenecido al termino y no al comienzo de la guerra, es
                  decir: la cuestión de las "anexiones". Cuando se sabe quienes han sido los que decidieron en
                  Alemania la formulación de los anhelos políticos, y quienes fueron en esa época los decisivos
                  consejeros de la política exterior de los Estados Unidos, se presenta esta contraseña, formulada
                  bajo el concepto de "anexiones", en extremo interesante para el mundo entero, pero no con
                  absoluta claridad aun.

                  No se adquiere esta comprensión absoluta sino leyendo los Protocolos sionistas, cuyo texto data del
                  año 1896, y que solamente ahora se van conociendo al darles mayor publicidad. La fecha última
                  posible de su redacción es la del año 1905, también sin ningún género de duda.

                  La segunda tesis es la que se ocupa de la guerra, expresando al principio: "Es imprescindible para
                  nuestros objetivos, dentro de lo posible, que las guerras no impliquen ganancias territoriales para
                  nadie. En esta forma las guerras se desvían hacia un punto de vista económico, y los pueblos en







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