Page 62 - Teodoro Herzl El Estado Judio
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EL ESTADO JUDÍO
en el nuevo país. El lugar de llegada necesita comisionistas, recibido-
res, y como éste es un negocio brillante y en el nuevo país se debe
y se ha de ganar en seguida, no faltarán quienes acometan dicha em-
presa. Es innecesario extenderse sobre los detalles comerciales de es-
ta expedición en masa. Estos han de ser dilucidados de acuerdo con
el fin que se persiga y muchas cabezas sólidas han de pensar y pen-
sarán en la mejor manera de llevarla a cabo.
Algunas actuvidades de la “Company”
Muchas actividades influirán las unas sobre las otras. Solamente
un ejemplo: la Company, poco a poco, comenzará a producir obje-
tos industriales en las colonias, en un principio, primitivas. Primera-
mente para nuestros propios inmigrantes pobres; vestidos, ropa, cal-
zado, etc., en serie, siguiendo las normas que rigen en las fábricas.
Pues nuestras gentes pobres serán equipadas en los puntos de parti-
da. Con ello no se les hace un regalo, ya que no se ha de humillar-
los. Se les cambia simplemente sus cosas viejas por otras nuevas. Si
la Company pierde algo en esto, lo asentará en los libros como pér-
dida. Los desposeídos se hacen acreedores de la Company y pagan,
en el nuevo país, con horas extraordinarias de trabajo, de las que se
les exime, si observan buena conducta.
Las sociedades de emigrantes existentes tienen ocasión de cola-
borar en estos asuntos, prestándoles ayuda. Todo cuanto solían ha-
cer, hasta ahora, los judíos emigrantes, que lo hagan en el futuro los
colonos de la Jewish Company. Las formas de colaboración se en-
contrarán fácilmente.
El acto mismo de vestir de nuevo a los inmigrantes ha de conte-
ner algo simbólico: ¡Ustedes comienzan ahora una vida nueva! La
Society of Jews procurará que, mucho antes de la partida y tam-
bién durante el viaje, se cree una atmósfera grave y solemne por
medio de plegarias, conferencias populares, informaciones sobre el
objeto de la empresa, prescripciones higiénicas referentes a los nue-
vos lugares de residencia, instrucciones para el futuro trabajo. Pues
la Tierra Prometida es el país del trabajo. Y a su llegada, los inmi-
grantes serán recibidos en forma solemne por nuestras autoridades
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