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ROBERTO CARBALLO

Este curso casi ni lo has empezado, llevas ya unos meses jubilado, ¿qué tal te adaptas a tu nueva
situación?
La verdad es que muy bien. Me he buscado muchas cosas para hacer, cosas de esas que tienes en mente y
que cuando estás trabajando no tienes tiempo: leer para saber sobre temas sobre los que tenía curiosidad,
sigo con los idiomas, he empezado a estudiar partes de las Matemáticas que tenía en el aire, salgo a
caminar, ayudo más en las labores de casa, algún viaje, etc. Cada día planeo una serie de tareas para hacer.
Por otra parte, la jubilación tiene su parte negativa, eres más viejo, pero mientras tenga salud…
¿Qué ha sido para ti lo más negativo y lo más positivo de tu profesión?
Lo más negativo que no se reconozca o que se desprecie lo que haces. Lo más positivo que se reconozca y se
aprecie lo que haces, porque lo haces con ilusión y pones voluntad en ello.
Se oye mucho hablar de la crisis de la enseñanza. ¿Qué es lo que motiva esta crisis según tu opinión?
Es una cosa muy oída, pero la crisis de la enseñanza la motiva la pérdida de valores que hay en general en la
sociedad. No se prima el valor del trabajo, de la disciplina, de la constancia; no se valora a las personas
mayores, lo que tienen que decir y aportar; hay falta de generosidad; se sobrevalora la imagen, la juventud;
se promueve el consumismo; falta sentido social…
A propósito de esto voy a citar dos ejemplos. El primero, las ceremonias de graduación. Yo las concebiría
como un reconocimiento entre toda la comunidad educativa al final de una etapa en la formación de los
alumnos, en cambio parecen un concurso de “mísses” y de “místeres”. El segundo, veo a los políticos de
cada partido todos días diciendo lo guapos y lo bien que lo hacen ellos y también que sus oponentes llevan
el país al caos. No tienen ni la generosidad ni la valentía para ponerse de acuerdo en cosas que son muy
necesarias para el país, que son independientes de la ideología, como por ejemplo una ley de Educación
duradera.
Si alguien lee esto, le recomiendo el libro “La civilización del espectáculo” de Mario Vargas Llosa.
¿Cree que actualmente la figura del maestro o profesor está poco considerada? ¿ Por qué?
Si. El motivo te lo contesté en la pregunta anterior. También tengo que decirte que siempre ha habido gente
en los medios de comunicación que ha defendido la figura del maestro, claro, que no sé cuánta gente los
escucha, no sé si será tanta gente como la que ve “Sálvame” o “Tomate rosa” o cómo demonios se llame el
programa de Tele 5 de por la tarde.
Describe el ambiente ideal en un aula ¿Lo has experimentado muy a menudo dando clase?
De trabajo, sobre todo por parte de los alumnos. Breves explicaciones del profesor. Receptividad por parte
de los alumnos y del profesor. También que sea distendido y optimista.
Un buen ambiente, no sé si el ideal, lo he tenido muchas veces, aunque en algún curso he tenido clases en
las que era un dolor entrar.
Tú has sido profesor de matemáticas pero ¿Qué piensas sobre la poca importancia que se le dan
actualmente a las letras?
Concibo la formación a estos niveles como una formación general, quizá con la excepción de que los
alumnos de bachillerato deben de ir especializándose con vistas a una carrera universitaria. Es verdad que
estamos en una sociedad en la que se valora lo científico-tecnológico como si por sí sólo tuviera la clave del
“progreso”. Materias como la Filosofía y la Historia tienen mucho que enseñar en valores a empresarios, a
obreros, a padres y madres para dar sentido a sus quehaceres como tales. Otras materias consideradas de
letras son parte del acerbo cultural que debe tener cualquier persona para vivir en esta sociedad. La Lengua
está considerada una asignatura de letras, pero está considerada como una materia importante en el
currículo.
¿Qué podría enseñarle a otro docente y que podría aprender yo de ellos?
No lo digo por quedar bien, hoy hay en general muy buenos profesores, bien preparados en sus materias y
muy interesados por sus alumnos y esto no siempre se reconoce. Cuando les he preguntado por algo de su
especialidad, siempre me han atendido con interés. A algunos los admiro por como llevan sus clases, y a casi
todos por su entrega e interés.
Por mi parte, siempre he intentado cumplir con mi trabajo y ser cordial en mis relaciones con la gente con la
que trabajo, esa es mi aportación. 46