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DAVID FERNÁNDEZ LAGO
Vivías en Cangas y eras muy joven, ¿cómo te sentías ante el reto de irte a vivir y estudiar a Oviedo,
teniendo en cuenta que entonces Oviedo parecía que estaba mucho más lejos?
No quería ir. Nunca había estado allí y los primeros días me perdía para ir a la Facultad. Lo pasaba muy mal.
Deseaba volver a casa y no me importaba ir a la mina donde se ganaba mucho dinero. Mis padres, con una
paciencia infinita y con buen criterio, me fueron forzando poco a poco a seguir pero se me hizo muy duro. A
partir del tercer año me adapté mejor a esa ciudad que me encanta pero siempre estuve atrapado por una
nostalgia enfermiza de mi niñez a la sombra de Muniellos.
Eres profesor de inglés, una asignatura que está de moda, todos queremos dominar el inglés, pues no
parece muy útil, pero ¿cuál es el secreto para aprender inglés?
El secreto para aprender un idioma es querer aprenderlo y dedicarle un tiempo todos los días.
¿Ves imprescindible viajar y estudiar en países de habla inglesa para dominar el idioma?
Viajar siempre es bueno y es evidente que te haría las cosas más fáciles y el grado de formación mejor pero
no es estrictamente necesario y mucho menos hoy con los avances tecnológicos. Algunas personas hablan
un inglés buenísimo sin haber salido del país. Hay distintas formas de aprender.
Ahora una para el futuro, ¿crees que las nuevas generaciones llegarán a ser bilingües?
Es difícil que tal cosa ocurra. Los españoles, por norma general, somos malos aprendiendo otro idioma y con
un absurdo sentido del ridículo que nos limita. Además, está el hecho de que nuestro idioma es muy potente
y eso hace que no haya tanta necesidad de aprenderlo. Esto es más claro en el caso del inglés con el que te
puedes arreglar en cualquier parte.
En tu vida laboral has dado clase a prácticamente la mitad del concejo de Cangas, muchos de tus
alumnos de hoy son ya hijos de alumnos tuyos, hijos de amigos, familiares... Coméntanos, ¿qué sientes
cuando ves ya de adultos a los niños/as que fueron alumnos tuyos?
A veces me hacen sentir muy mayor porque algunos ya tienen una cierta edad. En el caso de muchos con los
que conservo la amistad o veo frecuentemente, ya no los veo como alumnos sino como amigos o vecinos.
Y por otra parte, trabajar donde vives y dar clase a hijos de conocidos, ¿ha supuesto alguna vez un
problema para ti?
Siempre hay alguna persona que culpa a los demás de sus propias carencias o de las de los suyos pero pocos
casos he tenido. La gente suele comprenderlo cuando se lo explicas bien y ve la realidad. He procurado,
siempre que fue posible, no dar clase a hijos de familiares” just in case…”
Y ahora una sentimental, ¿recuerdas como te sentiste en tu primer día como profesor? ¿Nervioso? ¿Y tú
último día de docencia, cómo lo vas a vivir, más o menos nervioso?
Fue en León y con casi cincuenta alumnos en el grupo. Yo tenía 24 años y ellos entre 18 y 20. No sabía ni lo
que estaba diciendo y creo que recorrí 10 kilómetros en el tiempo que duró la clase.
Mi último día será triste. Dejo un sitio que vi levantar y en el que cada rincón me trae un recuerdo. Dejo una
vida. Como decía Rosalía de Castro dejo, en fin, cuanto bien quiero y no quisiera dejar.
Una para pillar, ¿cómo describirías tu progreso como docente?
Cuando miro hacia atrás me doy cuenta de muchas cosas que hacía mal. Supongo que eso quiere decir que
he progresado. Siento que profesionalmente estoy en el mejor momento para ser profesor pero el día llega y
los años traen achaques que te impiden rendir bien.
¿Cómo has encarado este curso escolar sabiendo que para ti se acabaría en primavera?
Confundido y preocupado. No es fácil para una persona con tendencia a envolverse en la melancolía. No
puedo evitar sentir dolor por dejar el sitio y muchos compañeros y alumnos que en su trato conmigo me
hacen sentir tan querido.
Como te ves... ¿jubilado clásico o de esos del “ocio activo”? Si eres de los inquietos, ¿a qué vas a
dedicar tu tiempo?
Tengo proyectos pero nada decidido. Tengo claro que tengo que luchar para estar “actualizado” ahora que
me van a faltar las obligaciones y que tengo que cuidarme para seguir ganando al futbol a mis alumnos.
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