Page 54 - Cuco

FELIPE LÓPEZ ACEVEDO

Y ahora una sentimental ¿recuerdas cómo te sentiste en tu primer día como maestro? ¿Nervioso? ¿Y tu
último día de docencia, cómo lo vas a vivir, más o menos nervioso?
Recuerdo perfectamente como me sentí mi primer día en la escuela, sentí eso que los futboleros llaman
“miedo escénico”. Me presenté y diecisiete caras con miradas penetrantes me “enfocaron”. Desde aquel
mismo momento entendí que en mi profesión una parte se aprende en las aulas universitarias pero otra muy
importante en el día a día en la escuela. Notando cierto calor en la cara y alguna gota de sudor resbalando
por mi espalda, echando mano de mi cortísima experiencia y de una buena dosis de improvisación fui
llevando como pude aquella primera clase.
Aquel primer día aprendí algo que me resultó útil a lo largo de mi vida profesional y que hoy le comento a mi
hijo que también es profesor: tienes que saber captar la atención de los alumnos, crear el clima mágico
adecuado que favorezca la interacción. Para ello debes modular el timbre de voz, la entonación, la
expresión, etc. Siempre mirando a los alumnos a la cara, porque esas caras sí que son el reflejo del alma y te
dicen lo que ellos sienten en cada momento.
En cuanto a mi último día de docencia lo voy a vivir muy tranquilo, con la sensación del deber cumplido y
sobre todo disfrutándolo minuto a minuto. Este último curso me he planteado disfrutar de cada clase y
pienso que lo estoy logrando. Por ello me siento muy afortunado.
¿Cómo has encarado este curso escolar sabiendo que para ti acabaría en noviembre?
En mi anterior respuesta ya lo explico. He encarado el curso de la misma forma que si finalizara en Junio,
intentando ser lo más profesional y lo más honesto posible con mis alumnos y disfrutando minuto a minuto
de esta profesión que he elegido.
¿Piensas desvincularte totalmente del IES o seguirás visitándonos de vez en cuando?
No quiero desvincularme del IES y ya he dejado claro que voy a participar en cualquier actividad que se haga
y que requiera mi presencia o participación. Por supuesto que de vez en cuando voy a tomar un café y ver a
mis compis y a la chavalería.
¿Qué aficiones o que tareas tienes aparcadas, o menos atendidas, que ahora vas a poder desarrollar
plenamente? Cómo te ves… ¿jubilado clásico o de esos del “ocio activo”?
Tengo la suerte de tener muchas aficiones, algunas de ellas aparcadas por falta de tiempo. A partir de ahora
podré dedicarme a todas ellas, aunque según dicen las malas lenguas cuando te jubilas tienes menos tiempo
que antes.
Entre mis proyectos a corto y medio plazo está escribir un libro que tengo in mente desde hace años,
retomar la fotografía y la pintura, viajar lo más posible, leer mucho.
Seguir practicando la horticultura, la viticultura y la pesca tanto en el río como en el mar. Disfrutar del
senderismo y la montaña y por supuesto, compartir un café o una cerveza con mis amigos
¿Qué es lo más complicado y lo más gratificante de tu profesión según tu criterio?
Lo más complicado lograr transmitir conocimientos y valores con rigor y que sean recibidos de buen grado y
en buena disposición y sintonía por los alumnos, de tal forma que les resulten atractivos y útiles.
Lo más gratificante es ver tus esfuerzos reconocidos por parte de tus alumnos, sobre todo cuando ya han
pasado años y no los tienes en el aula sino que te los encuentras en la calle. Recuerdo algunos alumnos y
alumnas que me dijeron que se habían decidido a estudiar magisterio o historia por culpa mía. Otros que sin
haber continuado estudios se acuerdan de mis clases y de los consejos que les daba. Eso para mí resulta
halagador.
Se oye mucho que la enseñanza hoy está pasando un momento complicado. ¿Qué es lo peor del sistema
educativo actual?
Es cierto que la enseñanza no pasa por su mejor momento. Basta decir que en los últimos años en este país
las leyes educativas han ido a remolque de los resultados electorales. Me da la impresión de que a los
políticos no les interesa demasiado la educación aunque en los mítines precampaña se les llene la boca al
hablar de la importancia y de la necesidad de una educación de calidad. Tal vez interese más al sistema una
educación que vaya hacia el pensamiento uniforme y acrítico, en el que prevalezca la promoción sin
demasiado esfuerzo para engrosar las estadísticas en un claro planteamiento tendente a la búsqueda de 54
buenos resultados.