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CHEMA GONZÁLEZ ÁLVAREZ









        ¿Por qué decidiste hacerte profesor? ¿Fue siempre tu primera opción laboral? Si no hubieses sido profesor
        ¿qué te habría gustado ser?
        Siempre me llamó la enseñanza, aunque con 16 años que tenía cuando empecé a estudiar magisterio, tampoco
        puedo decir que tenía las cosas muy claras. Ahora bien, una vez metido de lleno en los estudios, nunca me
        planteé hacer otra cosa. No sé por qué, pero siempre sentí especial inclinación por la escuela rural. Si no hubiera
        tenido ocasión de trabajar en la enseñanza, no tengo ni idea de en qué profesión podría haber trabajado; pienso
        que cualquiera que estuviera al alcance de mis posibilidades y me diera la oportunidad de ganar el sustento mío
        y de mi familia.
        ¿Ha sido la labor de profesor la única que has desempeñado o has tenido otros trabajos?
        Prácticamente sí. Incluso con anterioridad a aprobar las oposiciones, me dedicaba a dar clases particulares,
        llegando también a trabajar por un periodo de varios años en dos academias diferentes.
        ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en este centro? ¿De todos los destinos que has tenido como profesor en cuál te
        has sentido más cómodo y por qué?
        Con este curso, se elevan a veintidós los que llevo trabajando en el instituto, siempre con los cursos de 1º y 2º de
        la E.S.O. Puedo decir que en líneas generales siempre me sentí muy cómodo y satisfecho de mi labor en todos los
        centros en los que he estado, por lo que es difícil distinguir alguno de ellos. Quizás pueda decir que fue en el
        Centro de Apoyo y Recursos donde más incómodo me encontré, puesto que siempre eché de menos el contacto
        directo con el alumnado.
        ¿Te sientes feliz cuando enseñas?
        Indudablemente, sí.
        Eres profesor de matemáticas, una asignatura que les suele resultar difícil a los alumnos, ¿Cuál es el secreto
        para conseguir que cuando tú se la das les guste?
        Me encanta que hagas esa afirmación, puesto acercar las Matemáticas a mis alumnos fue siempre mi principal
        objetivo. ¿Secreto?, no lo sé. Quizás una entrega total a mi labor, no escatimando esfuerzos para lograr mi
        objetivo, inspirado tal vez por algunos de aquellos profesores que consiguieron lo mismo conmigo durante mi
        época de estudiante.
        ¿Ha cambiado la enseñanza de la materia en todos los años que tu llevas dando clase?
        Los medios, sobre todo para la elaboración de material, sí que han mejorado enormemente. Por lo demás, yo sigo
        utilizando la pizarra de forma casi constante para desarrollar mis explicaciones.
        En los últimos años has impartido clase en el programa bilingüe, ¿esto ha supuesto para ti mucho esfuerzo
        personal?
        Teniendo en cuenta que en mi época de estudiante en la mayor parte de los centros se impartía sólo francés, mis
        conocimientos de la lengua de Shakespeare eran nulos. Comencé a estudiar inglés cuando iba a cumplir 52 años y
        fueron seis años de gran esfuerzo y dedicación hasta obtener la correspondiente habilitación.
        Cangas es un sitio pequeño donde todos nos conocemos, trabajar donde vives y dar clase a hijos de
        conocidos, ¿Ha supuesto alguna vez un problema para ti?
        Pienso que más bien todo lo contrario. Por lo general, siempre me sentí apreciado por mis convecinos. Cuando
        voy por la calle y me cruzo con alguno de los que son o fueron mis alumnos y veo que me saludan de forma
        espontánea y sincera, me siento realmente halagado.
        …Y ahora una sentimental ¿recuerdas cómo te sentiste en tu primer día como profesor? ¿Nervioso? ¿Y tu
        último día de docencia, cómo lo vas a vivir, más o menos nervioso?
        Era un curso de 1º de E.G.B. con treinta y pico alumnos/as, pero no me sentí demasiado nervioso, aunque quizás
        un poco extraño, ya que no estaba acostumbrado a trabajar con alumnos de tan corta edad. ¿Cómo me sentiré mi
        último día? Ya veremos. Como nunca me vi en una situación similar, no tengo ni idea de cómo reaccionaré.
        Una para pillar, ¿Cómo quieres que te recuerden tus alumnos el día de mañana?
        Fundamentalmente como una persona cercana a ellos y que siempre se preocupó por su educación. Ser
        recordado como el profesor que hizo que las Matemáticas no fueran tan difíciles, como bien has indicado en el
        titular de la entrevista, se convertiría en un sueño para mí.
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