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FELIPE LÓPEZ ACEVEDO

ENTREVISTA PARA CELEBRAR UNA LARGA CARRERA PROFESIONAL

¿Por qué decidiste hacerte profesor? ¿Fue siempre tu primera opción laboral?
Desde los primeros cursos del Bachillerato ya tuve clara mi vocación como enseñante, lo que me planteó
algunos problemas en casa, puesto que mis padres querían que estudiase medicina. Llegado el momento de
decidir me decanté por Magisterio por la rama de Ciencias Sociales. Más tarde, cuando ya me podía costear
mis estudios porque ya trabajaba, hice la Licenciatura en Historia.
¿Te has arrepentido alguna vez de haber tomado esa decisión?
Lejos de arrepentirme, hasta mi último día en las aulas disfruté de la docencia y del trato con mis alumnos y
me siento un privilegiado por haber podido desarrollar esta labor durante 39 años.
Si no hubieses sido profesor ¿qué te habría gustado ser?
Me resulta difícil imaginar mi vida lejos de la enseñanza, pero tal vez hubiera sido zoólogo o veterinario
porque me encantan los animales y la naturaleza.
Vivías en Cangas y eras muy joven, ¿cómo te sentías ante el reto de irte a vivir y estudiar a Oviedo,
teniendo en cuenta que entonces Oviedo parecía que estaba mucho más lejos?
Comencé mis estudios en la Universidad de Oviedo en el año 1975, con 16 años, aún no había cumplido los
Fueron tiempos convulsos coincidiendo con la muerte del dictador Franco y con la llegada de la Transición
Democrática. Frecuentes huelgas, manifestaciones, proliferación de partidos políticos, extremismos de uno
y otro signo, cargas policiales…. Para un chavalín que llegaba del lejano Occidente Profundo (el ALSA
tardaba dos horas y media desde Cangas a Oviedo) aquello no resultó nada sencillo y pronto llegaron
momentos de duda y flaqueza. Con el apoyo incondicional de mis padres y a base de mucho tesón y esfuerzo
logré acabar en junio de 1978 la carrera con “Acceso Directo”, es decir con plaza fija sin necesidad de
opositar. Esto me permitió un margen para realizar el Servicio Militar y cuando regresé de la “mili” me
incorporé a mi primer destino en la escuela de Adralés.
Como profesor de historia y cangués ejerciente,
siempre has inculcado a tus alumnos el amor por
su pueblo y sus tradiciones. En tu opinión,
¿crees que influye en algo el hecho de que los
profesores sean del pueblo en el que trabajan
o de fuera?
De los grandes historiadores de la época Clásica
aprendí que para comprender el presente es
necesario conocer el pasado. También comparto
la teoría de los historiadores anglosajones de que
la historia es cíclica. Estas dos ideas siempre trato
de trasmitirlas a mis alumnos. El hecho de ser de
Cangas ha influido para que en las clases recurriese
muchas veces a la historia local, que por cierto
es muy rica. A modo de ejemplos: por estos valles
cangueses anduvieron los legionarios romanos
extrayendo oro hace más de 2000 años, teniendo
que entablar trato con los Astures Pésicos,
primitivos habitantes de esta tierra. Uno de los
mayores señoríos eclesiásticos del naciente reino
de Castilla en la Edad Media fue el Monasterio de
Corias. De Cangas han salido grandes políticos
como el Conde de Toreno, literatos como Alejandro
Casona, etc. De todos
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