Page 32 - Libro Orgullo y Prejuicio
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astucia es despreciable.
        La señorita Bingley no quedó lo bastante satisfecha con la respuesta como
      para  continuar  con  el  tema.  Elizabeth  se  reunió  de  nuevo  con  ellos  sólo  para
      decirles  que  su  hermana  estaba  peor  y  que  no  podía  dejarla.  Bingley  decidió
      enviar  a  alguien  a  buscar  inmediatamente  al  doctor  Jones;  mientras  que  sus
      hermanas, convencidas de que la asistencia médica en el campo no servía para
      nada, propusieron enviar a alguien a la capital para que trajese a uno de los más
      eminentes doctores. Elizabeth no quiso ni oír hablar de esto último, pero no se
      oponía  a  que  se  hiciese  lo  que  decía  el  hermano.  De  manera  que  se  acordó
      mandar a buscar al doctor Jones temprano a la mañana siguiente si Jane no se
      encontraba mejor. Bingley estaba bastante preocupado y sus hermanas estaban
      muy  afligidas.  Sin  embargo,  más  tarde  se  consolaron  cantando  unos  dúos,
      mientras  Bingley  no  podía  encontrar  mejor  alivio  a  su  preocupación  que  dar
      órdenes  a  su  ama  de  llaves  para  que  se  prestase  toda  atención  posible  a  la
      enferma y a su hermana.
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