Page 94 - Libro Orgullo y Prejuicio
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Pero cuando hayas tenido tiempo de pensarlo bien, espero que comprenderás lo
que he hecho. Sabes que no soy romántica. Nunca lo he sido. No busco más que
un hogar confortable, y teniendo en cuenta el carácter de Collins, sus relaciones
y su posición, estoy convencida de que tengo tantas probabilidades de ser feliz
con él, como las que puede tener la mayoría de la gente que se casa.
Elizabeth le contestó dulcemente:
—Es indudable.
Y después de una pausa algo embarazosa, fueron a reunirse con el resto de la
familia. Charlotte se marchó en seguida y Elizabeth se quedó meditando lo que
acababa de escuchar. Tardó mucho en hacerse a la idea de un casamiento tan
disparatado. Lo raro que resultaba que Collins hubiese hecho dos proposiciones de
matrimonio en tres días, no era nada en comparación con el hecho de que
hubiese sido aceptado. Siempre creyó que las teorías de Charlotte sobre el
matrimonio no eran exactamente como las suyas, pero nunca supuso que al
ponerlas en práctica sacrificase sus mejores sentimientos a cosas mundanas. Y al
dolor que le causaba ver cómo su amiga se había desacreditado y había perdido
mucha de la estima que le tenía, se añadía el penoso convencimiento de que le
sería imposible ser feliz con la suerte que había elegido.