Page 63 - Revista PsiMed2020
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the incidence of side effects and the toxicity of the components. With the objective of evaluating the
effect of these drinks on the health of consumers, a scientific literature search was carried out, using
the databases: PubMed, SciELO and NEJM. The results that can be BE can generate alterations in
the health of the volume frequency and form of consumption; Additionally, the effects are greater
in populations at risk such as children, adolescents, pregnant women and people with cardiovascular
comorbidities. The clinical manifestations include tachycardia, hypertension, arrhythmias and acute
myocardial infarction, neurological disorders and gastrointestinal effects. Finally, it was concluded
that consumption should be restricted in risk populations and never mixed with other substances.
Key words: Energy drinks; cardiotoxicity; caffeine; Taurine young adults.
Introducción
Las bebidas energéticas (BE) son productos que no contienen grado de alcohol o etanol (alcohol
etílico). Están compuestas por otras sustancias dentro de las que destacan: la cafeína, diferentes
tipos de azúcar y en algunos casos aminoácidos, vitaminas, minerales y extractos vegetales, otros
componentes son aditivos acidulantes, conservantes, saborizantes y colorantes (1).
A nivel mundial, se estima que se producen alrededor de 3000 millones de envases por año, con un
crecimiento sostenido. Pese a esto, existe un gran desconocimiento en la población sobre sus
potenciales efectos sobre la salud, el grado de seguridad de su consumo y los componentes que las
integran (1,2).
Generalmente las personas que las toman, no pretenden un fin alimenticio o reemplazar
macronutriente en una alimentación balanceada; el beneficio secundario que se busca es un aporte
de “energía adicional” para realizar actividades cotidianas en el trabajo, el estudio o el deporte. Es
esta la razón que explica su promoción mediante campañas publicitarias atractivas (diversión sin
límites, personas exitosas, deportistas extremos, ejecutivos importantes etc.) en kioscos, discotecas
o bares, siendo evidente que el sector al cuál están dirigidas son los adultos jóvenes (18-34 años) en
donde alcanza prevalencia de consumo superiores al 30 % (2). Todas estas circunstancias, han
permitido que estas bebidas se vuelvan muy populares en ambientes universitarios, especialmente
en la época de parciales, encuentros deportivos o en las noches de diversión, ya sea solas o
mezcladas con algunas sustancias psicoactivas.
En Colombia, existen diferentes presentaciones de estos productos, pero el mercado está dominado
principalmente por 10 marcas, ver Tabla 1. Todas ellas a precios módicos para la mayoría de las
personas y disponibles en prácticamente todos los negocios de comercio, desde las tiendas de barrio
hasta grandes superficies (3). La difusión y la distribución masiva de las BE podría generar un