Page 46 - Necronomicon
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miembros de la secta hasídica y sus predecesores que se hallaban entre los sefarditas
procedentes de España. Sin embargo, hay indicios de que el Necronomicon no era del todo
apreciado entre ellos, ya que las comunidades hebreas no sólo tienen unas tradiciones
mágicas que se remontan a la Cábala, que a su vez derivó de la Tradición Hermética de la
magia de Egipto y Babilonia, sino que también había muchos rabinos influyentes que se
oponían a cualquier manifestación mágica con una sólida autoridad talmúdica para adoptar
esta actitud. El texto del 0ecronomicón, probablemente en una versión bastante más
completa que la existente en la actualidad, la obtuvieron a través de los árabes de España, y
a mas de uno de mis colegas le han llamado la atención las similitudes entre el
Necronomicon y el Kitab-al-Ihud. Sin embargo, no hay duda de que, como ocurrió con
tantos otros casos de la cultura musulmana, este manuscrito árabe volvió a los persas, y el
nombre clave de este contacto es el de Dariush-al-Gabr (el Incrédulo), .un zoroastriano del
siglo IX que escribía en árabe y en persa. Debió ser en Persia que el Necronomicon tomó su
forma actual, ya que el códice con que está escrito se basa en la idea de la escritura pahlaví.
Es posible que Vd. no sepa que esta escritura no sólo fue empleada en el idioma semítico-
arameo, sino que representó verdaderas palabras arameas, en su orden original, o su
aproximación, y que luego tuvieron que ser traducidas, leídas y reconstruidas
simultáneamente al persa, No es de extrañar que la fonología del pahlaví tuviese que
reconstruirse sobre la base de la ley fonológica proyectando los sonidos aquemenios(4} a
los posteriores sonidos del nuevo persa arabizado.
Sólo el descubrimiento de los textos oséticos (en el idioma de los alanos iranianos del
Cáucaso) nos ha permitido confirmar esta sospecha. Desde luego, la tradición persa, a su
vez, enlaza con la magia babilónica y la tradición hermética egipcia de los sacerdotes de
Toth. En estos momentos no es posible saber cómo se transmitió el Necronomicon y a
través de qué manos pasó, a pesar de que muchos de los nombres más probables se
mencionan en mi Prolegomena. Lo importante es que ahora podemos comparar los antiguos
comentarios con los del Necronomicon. Platón, en el Timeo, deja claro que obtuvo su
información sobre la Atlántida del sacerdote de Toth, quien le dio la fecha de la destrucción
de aquella ciudad y civilización que databa de unos nueve mil años antes de su época. Los
sacerdotes de Toth no sólo escribieron tradiciones (por desgracia ahora sólo conocidas por
nosotros en unas cuantas inscripciones jeroglíficas, además de algunos manuscritos
defectuosos en cursiva), sino que también fueron los depositarios de escritos sumarios muy
anteriores a la Primera Dinastía egipcia. En este caso, mi pista provino de los conocidos
estudios de Waddell, Makers of Civilisation, etc., en los que emplea métodos análogos para
descifrar el sánscrito, el celta y otras antiguas fuentes a la luz de su suposición de unos
antecedentes sumerios. El método demostró ser el más adecuado y, acompañado como
estaba de una profusión de .datos lingüísticos, fui capaz de realizar mi traducción parcial
del Necronomicon basándome en sus investigaciones. Fue el fruto de muchos años de "duro
trabajo" y ahora permanece en un lugar protegido no sólo por dispositivos de seguridad
normales, sino también, créase o no, por rituales mágicos. He comprobado demasiadas
veces la eficacia de los mismos para despreciarlos por más tiempo. Guardaré escondido el
texto de mi traducción parcial hasta mi muerte, después de la cual he tomado medidas para
que sea transferido a personas que respetarán el trabajo y que saben cómo preservar lo que
hay de valioso en él y protegerse a sí mismos contra sus influencias malignas. Pero queda
mucho por traducir, y mucho depende de lo que tarde el gobierno de Austria en disponerse
a financiar nuestros programas de ordenador. El Necronomicon, como Vd. ya sabe, está
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