Page 59 - Necronomicon
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tan difícil de conseguir. Los nombres de los entes, los lugares y los conceptos mitológicos
resultaban casi idénticos a los dados por Lovecraft.
La pregunta era: ¿cómo podía compararse tan estrechamente la descripción de Lovecraft
del Necronomicon con nuestro texto recién descubierto? Era inconcebible que antes se
hubiese hecho un descifrado del criptograma de Dee sin la ayuda de la moderna cibernética,
a menos que alguien, por una casualidad extremadamente remota, hubiese dado con las
claves ocultas para su interpretación. Por otra parte, el texto codificado de Dee podía
haberse extraído de un manuscrito anterior, un ejemplar del cual podía haber llegado a
poder de Lovecraft. Quedan muchos problemas por resolver; si hubiésemos descubierto
ciertos fragmentos del verdadero Necronomicon, también hubiera sido perfectamente
posible que existiesen traducciones árabes, griegas, latinas y españolas del texto
mencionado por Lovecraft. Si así fue, ¿cuál habría sido su suerte? Creemos que nunca
sabremos todas las respuestas y, por ahora, no podemos hacer otra cosa que presentar al
mundo los frutos de nuestras investigaciones con la esperanza de que algún día otros
puedan aportar las piezas finales del rompecabezas metafísico y se complete la historia del
enigmático Necronomicon.
En los mitos de cada raza y clima encontramos la huella de los personajes extracósmicos
que pululan por las páginas del Necronomicon. En el Himalaya, la leyenda del Hombre de
las Nieves sigue viva y continúa siendo resucitada incluso por los más prosaicos miembros
de las expediciones montañeras. ¿Es qué desde la prehistoria de la Tierra aún vagan
monstruos alienígenas por las silenciosas cimas, se esconden bajo los océanos, o deambulan
en la noche por lugares desolados? En un antiguo tratado hindú conocido por Rigveda,
leemos acerca de Dasyu y Dasa, la Gente Oscura, los enemigos sobrehumanos de la especie
humana que viven bajo tierra; sobre extraños prototipos de la prehistoria descritos como
gigantes "altos como montañas", demonios "como árboles que andan"; y también sobre
Rakshasas, el de la cabeza de tigre y el feo Vaitikas, con un ala y un ojo. El mito peruano
habla de los Guachines, los Oscuros o los sin rayo: los habitantes de la Tierra primitiva. La
leyenda de los pieles rojas conserva religiosamente a Camazotz, Señor de los Murciélagos,
una espantosa criatura híbrida con alas parecidas al cuervo y serpientes saliendo de su cara.
En 1686, Robert Plott registra la aparición de luces globulares en el cielo, lluvias de piedras
marcadas con trazos lineales, extraños sonidos llevados por el viento que desafían todos los
intentos de explicación racional, y el nacimiento de niños "de ningún sexo" con varias
cabezas(31). Más recientemente, Charles Fort, un maestro del siglo XX sobre fenómenos
inexplicados nos informa a través de sus escritos de que: "los demonios han visitado la
Tierra" y continúan haciéndolo.
Durante toda su vida, Fort recopiló más de 40.000 notes sobre temas que van desde
guijarros negros no meteóricos que cayeron sobre Wolverhampton, Inglaterra, en el año
1858(32), hasta relatos sobre extrañas ciudades y criaturas con alas de tres metros de largo
"andando de forma patosa sobre pies palmeados"(33). ¿Es el hombre, en realidad, el más
antiguo o el último de los amos de la Tierra? Quizá sabremos pronto las respuestas, ya que
durante las últimas décadas, la Tierra parece que está siendo visitada repetidamente y cada
vez con mayor frecuencia por misteriosos intrusos. Desde lugares de Virginia Occidental
continúa informándose sobre el Hombre Mariposa, un humanoide oscuro y con alas;
monstruos y serpientes de mar llenan los océanos y los lagos; los encuentros OVNI se han
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