Page 55 - Necronomicon
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imposibles e increíbles ciudades. En resumen, Lovecraft presentaba todos los síntomas
                  tradicionales de un alma apresada en una trampa de las fuerzas del mal.

                  Es sabido que Lovecraft experimentaba una gran dificultad para retener el calor corporal,
                  particularmente en la última parte de su vida, cuando su odio hacia las temperaturas a todas
                  luces moderadas se convirtió en obsesión. ¿Otro síntoma de posesión demoníaca? Cito las
                  palabras de Elifás Levi: "Dichas larvas absorben el calor vital de las personas de buena
                  salud y agotan rápidamente a los débiles. De ahí viene la leyenda de los vampiros, entes de
                  terrible realidad que, como es bien sabido, se han manifestado de vez en cuando. Esto
                  explica   también   porque   en   las   proximidades   de   los   médiums,   que   son   personas
                  obsesionadas por las larvas, se produce un descenso de temperatura de la atmósfera(23).
                  Lovecraft estaba familiarizado con las obras de Levi, pero ¿le llegó demasiado tarde la
                  comprensión clara de las palabras del Amo? En The Case of Charles Dexter Ward(24}
                  leemos: "Aquí, esto está escrito exactamente igual a como lo anotó la Sra. Ward de
                  memoria, ni tampoco hasta entonces le había sido mostrada la autoridad en las páginas
                  prohibidas de Elifás Levi; pero su Identidad era inconfundible, y palabras tales como
                  Sabaot, Metraton, Almonsin y Zariatnamik transmitían un estremecimiento de espanto al
                  investigador que había visto y sentido tanta abominación cósmica sólo a la vuelta de la
                  esquina". Cabria preguntar: ¿por qué las obras de un cabalista cristiano como el venerable
                  Elifás Levi son calificadas de "prohibidas"? ¿Había tropezado Lovecraft con la raíz de sus
                  pesadillas y descubierto que "aquello que estaba a la vuelta de la esquina" era demasiado
                  para ser soportado o tan sólo admitido por él mismo?


                  Es evidente que en los últimos escritos de Lovecraft prevalece un elemento de temor y que,
                  rápidamente  y en alarmante "crescendo", se va perfilando el resurgimiento final de un
                  enraizado horror, un horror de los que él mismo evocó tan convincentemente, a la vez que
                  su incapacidad para controlar las fuerzas desencadenadas. Los términos "repugnante",
                  "escalofriante", "prohibido" y "espantoso" se emplean con una frecuencia cada vez mayor a
                  medida que el modelo de los Mitos se acerca a su conclusión. En su relato final, escrito en
                  1937, el año de su muerte, Lovecraft narra un cuento aleccionador sobre la difícil situación
                  a la que siempre envuelven los impenitentes diletantes de las artes nigrománticas. La quema
                  de libros prohibidos, la transfiguración del heredero del hechicero, la posesión de un alma
                  por otra, todos son signos de advertencia que ponen de manifiesto el extremado peligro de
                  los que, intencionadamente o no, pisan el camino de las tinieblas (25).

                  Cuando el panteón de entes que hay en el Necronomicon se contempla desde el punto de
                  vista   de   lo  oculto,   debe   presentar   problemas   de   interpretación   debidos   a   su   misma
                  singularidad. Los estudiosos del Sistema enoquiano no tendrán ninguna duda al encontrarse
                  con dificultades similares e intentar establecer una correlación entre el extraño conjunto de
                  espíritus de Dee y los que se citan en otros libros mágicos existentes. Los entes que están
                  clasificados en el 0ecro-nomicon, al igual que los del sistema de Dee, pueden considerarse
                  exteriores al tiempo reconocido para las tradiciones mágicas y cabalísticas, aunque en cierta
                  manera, conectados con él.


                  Al tratar con las problemáticas fuerzas etéreas de esta naturaleza, siento que la mejor
                  aproximación hacia la construcción de una jerarquía inteligible es a través de un cuidadoso
                  examen de las correspondencias elementales atribuidas a cada potencia mundial. Una vez



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