Page 52 - Necronomicon
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Blackwood (1869-1915) como Machen (1863-1947) eran Iniciados en la Orden Hermética
                  del Amanecer Dorado (una fraternidad mágica que floreció en Inglaterra con el cambio del
                  siglo) y ambos eran adeptos a la corriente del saber oculto tan poderosamente ilustrado por
                  Lovecraft.


                  Muchas de las bárbaras evocaciones y nombres de particular estructura gramatical que tanto
                  abundan en los Mitos Cthulhu pueden ser seguidos hasta un origen parecido al de aquellas
                  extrañas entonaciones llenas de trabalenguas, conocidas por los ocultistas con el nombre de
                  enoquiano,   la   columna   vertebral   del   sistema   de   magia   del  Amanecer   Dorado.   Las
                  Invocaciones Enoquianas (o Claves) tuvieron su origen en los experimentos ocultistas del
                  Dr. John Dee y su principal vidente Sir Edward Kelly, las cuales están anotadas en la vasta
                  obra de Dee: Liber Mysteriorum (14). Los cuarenta y ocho(15) encantamientos mágicos,
                  recibidos a través de médium en el año 1584, están escritos en un idioma extraterrestre de
                  una compleja estructura gramatical y se cree que con su empleo, el hombre puede pasar
                  más allá de la esfera de las limitaciones físicas, convocar espíritus para que cumplan sus
                  órdenes y aprender todos los misterios del tiempo y el espacio. La referencia de Lovecraft a
                  la traducción inglesa que el Dr. Dee hizo del Necronomicon en The Dunwich Horror,
                  asumió de pronto una nueva y apasionante importancia en mis investigaciones al descubrir
                  en la Colección Harleian de Manuscritos del Museo Británico una carta escrita a Dee por
                  un erudito desconocido (fechada en 1573) que se refería a "la ciudad de Donwiche" {la
                  antigua forma de escribir Dunwich) (16) parcialmente sumergida en el mar(17}. Desde
                  luego, esto último podría parecer casual, pero si se considera el hecho de que la traducción
                  del Necronomicon de John Dee sólo aparece en The Dunwich Horror y que la ciudad de
                  Dunwich en Inglaterra está casi a la misma distancia de Londres que su doble ficticio del
                  norte de Massachusetts lo está de New London, Connecticut, aproximadamente 120 km. en
                  cada caso, va perfilándose un patrón definido. ¿Es el Dunwich del cuento de Lovecraft una
                  reconstrucción, una réplica geográfica de aquella ciudad de Inglaterra que mereció el
                  interés del misterioso Dr. Dee? ¿Fueron las veladas referencias de Dee a ciertos elementos
                  extraños hallados entre las ruinas de la antigua Dunwich lo que excitó la curiosidad de
                  Lovecraft? En la antigüedad, Dunwich fue llamada Sito Magnus por los romanos, el Lugar
                  del Amo, una región rica en tesoros arqueológicos. Los documentos posteriores de Dee dan
                  cuenta de un misterioso sepulcro descubierto en Dunwich después de la demolición de la
                  ruinosa iglesia de San Juan. La tumba contenía una gran piedra curiosamente conformada a
                  semejanza del cuerpo humano. Dentro del hueco interior de la piedra yacía un cadáver
                  vestido extrañamente que, al ser tocado, se deshizo inmediatamente' en un fino polvo(18).

                  Es extraño observar que, incluso hasta hoy en día, al muerto de la antigua Dunwich
                  continúa negándosele la paz en su tumba, ya que los persistentes estragos del mar profanan
                  los pocos cementerios de la ciudad que han quedado. De la pared del acantilado a menudo
                  caen   a   las   olas   esqueletos   humanos   acompañados   algunas   veces   de   una   lluvia   de
                  huesos(19).

                  Tanto Dee como Lovecraft sostuvieron que en algunas regiones de la Tierra confluían
                  perturbaciones  elementales y campos de energía misteriosa. Dunwich parece que exista
                  simultáneamente en los planos de la realidad y de la imaginación, y cada aspecto evoca una
                  "atmósfera" común de "cosa diferente" al enlazar las mentes de dos hombres separados en
                  el tiempo por un lapso de más de tres siglos.



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