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o críticamente a esperar que otros hagan las co- nuestra vida son esencialmente nuestra responsabili-
sas, sino que las hace directamente o les exige a dad. Es cierto que necesitamos de la ayuda y la coope-
esas personas que cumplan con su responsabilidad. ración de adultos y compañeros o compañeras, pero
Quien es responsable asume sus errores sin temor la decisión final, incluso la de aceptar o no esa
y rápidamente se esfuerza por solucionarlos. Esto cooperación, nadie puede tomarla por nosotros.
es así para el desarrollo de nuestra vida social, pero Esta herramienta no la vamos a utilizar
también para nuestro propio desarrollo personal. como técnica en sí misma; por el contrario, la in-
Nadie va a hacer por nosotros lo que nosotros no tegraremos a cada una de nuestras decisiones y
seamos capaces de hacer, porque las decisiones de comportamientos.
En medio del debate generado en la sesión sobre
identidad personal, Pedro pensaba en cómo podía im-
presionar a Suyapa: quizás actuando como su hermano;
todavía recordaba la forma en la que hablaba de Carlos,
con una gran admiración…
¿Cuántas veces no hemos pensado en esto que
intenta hacer Pedro? Táctica de camaleón podría-
mos llamarle. De repente no nos aceptamos como
somos sólo porque creemos que es mejor ser como
otros, así que: a cambiar en apariencias, o más bien
podríamos decir, a disfrazarnos.
Esta estrategia no sólo es deshonesta, sino que
nos muestra que aún debemos seguir trabajando en
la aceptación o construcción de aquellas cosas que
nos caracterizan, de identificarnos orgullosamente
con nuestras diferencias.
Es común situaciones como estas: «No copié el
examen de nadie» (y lo hice), «Voy a cumplir todos
mis deberes» (cuando no es cierto). «prometi
participar en las reuniones de la red» (sabemos que
no fue así). ¿Cuántas veces hemos dicho u oído
decirlo?
Este tipo de expresiones son comunes y refle-
jan un simulacro, un engaño, una mentira dirigida a
otros, pero también a nosotros mismos, pues no he-
mos querido aceptar la realidad que nos desagrada,