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De esta forma no sólo experimentamos la reac-      pensamientos,  emociones,  sentimientos  y  una
          ción emocional de peligro, miedo o dolor —como en     determinada conducta.

          el ejemplo del auto—, sino que lo sentimos y podemos     Joven A: Piensa: El perro me va a morder. Este
          manejarlo. Pensemos en un caso más típico y aparen-   pensamiento  puede  que  esté  asociado  a  un  estí-
          temente menos asociado a las experiencias de super-   mulo  (el  perro  en  postura  agresiva)  que  despierta
          vivencia inmediata como la del auto que se nos viene  una emoción (miedo), pero no sólo a esto, también
          encima:  las  reacciones  emocionales  de  miedo  ante  influirá  su  experiencia  anterior  con  estos  animales
          la oscuridad. La oscuridad es un estímulo del mundo   (en este caso, un perro lo mordió de pequeño), los

          exterior, pero realmente cobra sentido por experien-  sentimientos que se han configurado en él respec-
          cias anteriores de nuestro mundo interior, y por estas  to a los perros (odio, desprecio) y las herramientas
          experiencias, podemos llegar a experimentar la emo-   que tiene para manejar las emociones perturbado-
          ción de miedo que pudiera llevarnos a extremos dañi-  ras y los sentimientos negativos que se han forma-
          nos para nuestro organismo. Sin embargo, tenemos      do en él (no las controla, por el contrario las deja

          la capacidad de tomar conciencia de esas reacciones   fluir  sin  medir  las  consecuencias).  Finalmente  ge-
          emocionales, de sentir el miedo, de saber que lo tene-  nerará  una  conducta  (en  este  caso  inadecuada,  le
          mos y, por tanto, tenemos la capacidad de encontrar   lanza una patada al perro).
          mecanismos para controlar esas emociones, como en
          el dibujo de la página anterior, en el que se explica la
          relación entre sentimientos, emociones y la conducta

          ante un determinado estímulo.
             Es  decir,  que  las  emociones  no  aparecen  solas
          ni  generan  iguales  comportamientos  en  todas  las
          personas,  así  que  veamos  algunas  de  las  variantes
          de lo que puede suceder en una situación como la

          del encuentro con un perro, en donde se activarán
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