Page 9 - Frankenstein, o el moderno Prometeo
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R.  Polwhele—  que  marcó  profundamente  la  diferencia  de  sexos,  evidenciando  la
           suerte  de  las  mujeres  y  las  enfermedades  a  las  que  son  particularmente
                          [4]
           susceptibles» .  Y  él,  cuyo  elaborado  estilo  literario  había  sido  siempre  meditado,
           sereno, casi apacible, garabateó en su diario esta silenciosa anotación alrededor del
           fallecimiento  de  su  esposa:  «Domingo  10  de  septiembre.  20  minutos  antes  de  las
                     [5]
           ocho…» .
               Mary Wollstonecraft (1759-1797) nació en una humilde familia de hacendados

           rurales y tejedores venida a menos. Su padre, Edward John, era un granjero irascible,
           bebedor y mujeriego, acosado por las deudas. Su madre, Elisabeth, sometida al yugo
           patriarcal, aguantó con estoicismo los excesos y palizas de su esposo. Debido a todo

           ello, Mary se marchó del hogar familiar a los diecinueve años para trabajar como
           institutriz, dama de compañía o gobernanta, y a los veintiocho inició su carrera como
           escritora  profesional,  abordando  todos  los  géneros:  ensayos,  narrativa,  poesía  y
           crítica.  En  1788  conoció  al  pintor  de  origen  suizo  Johann  Heinrich  Füssli
           (1741-1825), cuyo notable talento cautiva a Mary Wollstonecraft hasta el punto de

           que se enamora perdidamente de él. Füssli, quien afirmaba que «una de las regiones
           más inexploradas del arte es el mundo de los sueños», y autor de magistrales lienzos
           como La pesadilla (1781) —del cual llegó a pintar seis versiones, todas ellas muy

           similares—,  ocultaba  su  bisexualidad  —uno  de  sus  amantes  fue  el  suizo  Johann
           Kaspar  Lavater,  famoso  por  su  invención  de  una  forma  temprana  de  frenología
           conocida entonces como «estudios fisionómicos»— bajo un respetable matrimonio.
           Tras cuatro años de tempestuosa relación con Mary Wollstonecraft, Füssli se hartó de
           su compañía y la rechazó. Desesperada, Mary se presentó ante la mujer de Füssli,

           Sophia, para proponerle vivir los tres juntos compartiendo a su marido de manera
                                                                                              [6]
           platónica.  Evidentemente,  fue  rechazada  y  acusada  de  loca  peligrosa ; acusación
           agravada por el notable escándalo ocasionado por su ensayo político Vindicación de
           los derechos de la mujer (A Vindication of Rights of Woman).
                                                                                        [7]
               Publicada en 1792, Vindicación de los derechos de la mujer  es, sin duda, la
           obra más importante de Mary Wollstonecraft. Se dice que la escribió en tres meses, y

           ni tan solo su tempestuoso romance con Heinrich Füssli la distrajo de su elaboración.
           Trabajaba  día  y  noche,  se  cambiaba  de  ropa  muy  de  vez  en  cuando  y  apenas  se
           lavaba. Comía en su escritorio y bebía café sin parar para no sucumbir a la fatiga. En
           Vindicación de los derechos de la mujer sentenciaba: «Espero que las personas de mi

           mismo sexo me perdonen por tratarlas como a criaturas racionales en lugar de alabar
           sus gracias fascinadoras y contemplarlas como si estuvieran en un estado de infancia
           perpetua,  incapaces  de  sostenerse  por  sí  mismas  (…)  En  todas  partes  oigo
           exclamaciones contra las mujeres masculinas, pero ¿dónde se encuentran? Si con este

           apelativo los hombres pretenden condenar su afición a la caza, a las armas y el juego,
           cordialmente uniré mi voz a la de ellos; pero si claman contra la imitación de las
           virtudes  del  hombre  o,  mejor  dicho,  contra  la  obtención  de  dotes  y  virtudes  cuya
           práctica  ennoblece  el  carácter  humano  y  eleva  las  féminas  en  la  escala  de  la  vida



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