Page 347 - CONFLICTO DEL ATLANTICO SUR E ISLAS MALVINAS
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“MIS VIVENCIAS EN EL CONFLICTO DEL ATLANTICO SUR E ISLAS MALVINAS 1982”
                  una reunión inmediata. Lo recibí inmediatamente. Era el
                  Comandante de Ala Sidney Edwards, quien me presentó
                  de  inmediato  sus  credenciales  y  me  preguntó  si  estaría
                  dispuesto  a  colaborar  con  Inglaterra  en  ese  momento
                  crítico. Ellos requerían ayuda, principalmente, en temas de
                  inteligencia. Como nunca habían considerado a Argentina
                  como  enemigo  potencial,  carecían  de  información  de
                  inteligencia  sobre  dicho  país.  También  me  señaló  que
                  tenía  poderes  suficientes  para  negociar  directamente
                  cualquier requerimiento urgente de aviones, repuestos u
                  otro equipamiento que la Fuerza Aérea chilena necesitara,
                  con  el  objeto  de  fortalecer  nuestras  defensas  ante  la
                  amenaza Argentina. Además, me señaló que deberíamos
                  evitar los canales diplomáticos. Y me especificó que ni el
                  Embajador  británico  ni  el  Agregado  de  Defensa  tenían
                  conocimiento alguno de él y su misión. Le señalé que antes
                  de comprometer nada, tenía que, por cierto, conversar el
                  tema  con  el  General  Pinochet  y  obtener  su  beneplácito
                  respecto del tema.
                  Conversé con el General Pinochet quien no se sorprendió
                  en  absoluto  del  requerimiento  Británico.  Lo  analizamos
                  cuidadosamente  y  reflexionamos  sobre  sus  posibles
                  consecuencias. El autorizó la operación con la condición
                  que  bajo  ninguna  circunstancia  los  ingleses  podrían
                  montar ninguna operación contra Argentina que utilizara
                  territorio  chileno.  En  esa  reunión  no  estaba  presente
                  ninguna otra persona.
                  Nuestro equipo de inteligencia le dio un completo informe
                  al Comandante Edwards sobre la Fuerza Aérea Argentina.
                  Le dimos libre acceso a nuestro centro de operaciones en
                  Punta Arenas, donde nosotros monitoreábamos todas las
                  operaciones  de  la  Fuerza  Aérea  argentina  a  través  de
                  nuestro  radar  de  largo  alcance  y  nuestro  equipo  de
                  comunicaciones basado en tierra.
                  El  Comandante  Edwards  portaba  una  radio  con
                  comunicación  satelital  directa  al  Comando  de  la  Fuerza
                  Británica. Durante Abril de 1982, trabajamos mano a mano
                  con los ingleses. Un avión Nimrod de la RFA voló a Chile

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