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         272|   En el Jardín de la Sabiduría  Capítulo Ocho:  El declive del Sabiondo   | 257  que  saben,  entienden  y  cumplen  más  que  cualquier  otra   Torá y cuyo principal incentivo es demostrarles a los demás   Por desgracia, a veces nos encontramos con gente que estudia   su propio ego.  obti

         pobreza, mientras que el Sabiondo tenía éxito en todo lo que                     Él sabía que los zapatos que hacían tenían mal aspecto y
         emprendía. El Sabiondo pensaba que el Simple, que afirmaba                       además eran incómodos y de mala calidad. Él sabía que tenía
         estar siempre contento, no era más que un tonto y por lo tanto                   mucho que mejorar. Pero mientras tanto, él aceptaba con
         no podía aceptar nada de lo que él dijera.                                       alegría lo que le había tocado en la vida. Y su actitud alegre
                                                                                          resultó ser el trampolín que lo impulsó al crecimiento y el
         Sin embargo, en esta segunda instancia, el Sabiondo ya no                        progreso personal.
         podía seguir ignorando al Simple. Ahora es un hecho que
         la simplicidad y la inocencia del Simple fueron las que lo                       La  talla  de  cada  persona  se  mide  según  su capacidad  de
         hicieron llegar al pináculo del éxito, mientras que la soberbia                  admitir los errores que cometió. Una persona de talla es
         y la herejía del Sabiondo hicieron de él un marginado social.                    capaz de admitir su error, de corregir su mal comportamiento
         Además, el Sabiondo sufría enormemente.                                          y de seguir adelante con su vida. Aquel que no es capaz de
                                                                                          admitir sus errores está prácticamente atascado en el lodo de
         Ahora que es evidente cuál de los dos caminos conduce al                         su obstinación y su soberbia.
         éxito, tal vez el Sabiondo finalmente reconozca la verdad.
                                                                                          Ahora podemos apreciar la importancia de la sesión diaria de
                                                                                          introspección. La vida es muchísimo más deleitable cuando
         El Sabiondo respondió: “En cuanto al hecho de que eres mi                        nos corregimos a nosotros mismos que cuando esperamos
         amigo, el Simple, de eso hablaremos más tarde.                                   que nos corrijan los demás. La auto-evaluación diaria evita
                                                                                          que nos salgamos por la tangente. Y si ocasionalmente nos
                                                                                          apartamos del camino óptimo, la auto-evaluación diaria nos
                                                                                          hace volver a la pista. Es fácil corregir un retoño joven que no
         No. El Sabiondo aún se negaba a admitir la verdad. Porque                        está creciendo derecho pero el árbol viejo que creció torcido
         si admitía la verdad, eso era como reconocer que se había                        ya no se puede enderezar.
         equivocado, que era algo que de ninguna manera podía
         hacer. En el momento del primer debate, él tenía todas las                       Los jóvenes son mucho más adaptables a los cambios que las
         ventajas frente al Simple, con la única excepción de que el                      personas mayores, y en especial cuando se trata de cambios
         Simple era un hombre feliz y él, no. El Sabiondo se negaba a                     espirituales. Mucha gente mayor no está dispuesta a admitir la
         ver su falta de felicidad como una carencia. Pero ahora él se                    verdad, porque hacerlo sería un reconocimiento tácito de que
         había transformado en aquel que estaba lleno de carencias,                       toda su vida vivió una mentira. Tanto su ego como su deseo
         mientras que el Simple había alcanzado el pináculo del éxito.                    de “tener razón” son los que bloquean su camino rumbo a la
         Dado que el Sabiondo tenía una pasión por tener razón, jamás                     verdad. El problema es que si no admiten la verdad, no van
         admitió que sus ideologías eran erróneas y que el que tenía                      a poder llevar a cabo su tarea en este mundo. Y eso es una
         razón era otro. Esta “pasión por el triunfo”, que es cuando                      tragedia.
         uno piensa que tiene razón y que todo el resto del mundo
         está equivocado, surge de una extrema arrogancia. Y como                         El Sabiondo perpetuó su ilusión, dando por sentado que
         el Sabiondo era incapaz de admitir la verdad, lo que hizo fue                    todo el que se le oponía estaba cometiendo un error. Por eso
         cambiar de tema.                                                                 recurrió a su amigo, el Simple, que ahora era un gran ministro,
                                                                                          para que lo ayudara a denunciar a la persona que lo había
         En ningún momento vemos al Simple tratando de cambiar de                         golpeado:
         tema por serle este incómodo. Él nunca se engañó a sí mismo.
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