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                                                                   enormemente.
                                                                   aquellos que respetan al pueblo judío, han prosperado
                                                                   contrario, los países que respetan la emuná, y en especial
                                                                   financiero  como  en  su  nivel  de  desarrollo  nacional.  Por  el
                                                                   relegados detrás del resto de Europa, tanto en el ámbito
                                                                   naturales, los países comunistas hoy en día han quedado
                                                                   la bandera del ateísmo. Pero a pesar de sus amplios recursos
                                                                   de setenta años, la URRS y el régimen comunista blandieron
                                                                   Fijémonos en los recientes sucesos históricos: durante más
                                                                   respetar a los astutos.
                                                                   De hecho, a esta altura de la historia, la gente ha dejado de
                                                                   los demás finalmente se transforma en un motivo de burla.
                                                                   a los demás es honrado. Y viceversa: aquel que se burla de
                                                                   abundancia. Nuestros Sabios enseñan que aquel que honra
                                                                   también se separaron del conducto espiritual que les trae
                                                                   de creer en Él. Ahora que los astutos se separaron de Hashem,
                                                                   La abundancia proviene de la emuná, de aferrarse a Hashem y
                                                                   como ellos.
                                                                   porque la gente no presta atención a personajes tan patéticos
                                                                   a  pie  y  perdieron  todo  su  prestigio  y  nadie  los  respetaba,
                                                                   todos estaban equivocados. Y se volvieron mendigos, yendo
                                                                   pie. Y constantemente investigaban a la gente, y veían que
                                                                   al final los vendieron todos, y se vieron forzados a seguir a
                                                                   Primero vendieron uno de sus caballos. Luego, el segundo, y
                                                                   Y  así  fueron  y  viajaron  hasta  que  se  les  acabó  el  dinero.
                                                                   caída, tal como enseña Rabí Najman.
                                                                   que creía en el rey. Y tal como veremos, la burla conduce a la
                                                                   dos astutos hicieron precisamente eso: se burlaron de todo el
                                                                   son como la Cenicienta y la Caperucita Roja. Sin embargo, los
                                                                   insulto que siente una persona si le dicen que sus creencias
                                                                   en el rey con una fábula o un cuento infantil. Imagínense el
                                                                   Y empezaron a ridiculizar a los demás, comparando su fe
                                                                   que dejaron de estar satisfechos con demostrar su propia idea.
                                             Capítulo Ocho:  El declive del Sabiondo   | 259
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                                                                                                                      Capítulo Nueve:  El reencuentro   | 275  inventado un hermano para poder continuar negando todo   loco. ¡Él no tenía hermanos! Pero en su herejía, él se había   Aquí vemos que el Sabiond
                                                                                          En esta ocasión, el Simple cumple con la ley que establece
                                                                                          que al pobre hay que darle todo aquello a lo que estaba
                                                                                          acostumbrado. Vemos entonces la bondad del Simple, que
                                                                                          bien podría haber echado al Sabiondo pero que a pesar de
                                                                                          todo lo trata con respeto. Esto pone de manifiesto las grandes
                                                                                          virtudes del Simple, que trata al Sabiondo como cuando
                                                                                          todavía era digno de respeto, si bien ya no quedan rastros
                                                                                          de su antigua grandeza. Esa es la forma más exaltada de dar
                                                                                          caridad.
                                                                                          Durante  la  comida,  se  pusieron  a  conversar.  El  Sabiondo
                                                                                          empezó  a  exponer  su  teoría  de  que  no  existe  un  Rey  en
                                                                                          absoluto. Entonces el Simple, o sea, el Primer Ministro, lo
                                                                                          reprendió: “¡¿Qué?! ¡Yo mismo he visto al Rey!”.
                                                                                          En virtud de su simplicidad y de su alegría constante, el Simple
                                                                                          alcanzó un exaltado nivel, hasta tal punto que él ve al rey cara
                                                                                          a cara. Precisamente en virtud de la simplicidad, la persona
                                                                                          puede alcanzar los niveles espirituales más exaltados. De
                                                                                          hecho, ser una persona “simple” es la más grande sabiduría,
                                                                                          tal como enseña Rabí Najman, quien ya desde su más
                                                                                          temprana infancia comprendió que en el servicio de Hashem
                                                                                          no hace falta ser demasiado astuto sino que hay actuar con
                                                                                          simplicidad y llevar a cabo muchos preceptos y muchas
                                                                                          buenas acciones, y estudiar mucha Torá y orar profusamente,
                                                                                          cada uno con sus propias palabras.
                                                                                          El Ari, de bendita memoria, cuyo nivel espiritual es imposible
                                                                                          de describir, y que incluso veía a los ángeles y conocía las
                                                                                          encarnaciones de cada alma, cuando le preguntaron de qué
                                                                                          manera alcanzó ese nivel, respondió que fue en virtud de la
                                                                                          alegría con que llevaba a cabo los preceptos.
                                                                                          En el Likutey Moharán, Rabí Najman enseña que existe
                                                                                          una Luz infinita, que se encuentra por encima de todos los
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