Page 98 - 18375

Pg: 98 | 18375-UV | 4 -Back | 17-04-19
98| En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Cuatro: El regalo de la vida
Al tener emuná, sabemos que la Providencia Divina juega
un rol principal cuando se trata de encontrar pareja. Uno
solamente tiene que hacer lo mejor de su parte por encontrar
una pareja adecuada, y Hashem se encarga del resto. Por eso,
cuando uno se esfuerza por cumplir los preceptos de la Torá,
ciertamente ha de encontrar pareja con relativa facilidad.
De hecho, el Arizal (el gran kabalista Rabí Shlomo Luria, de
bendita y santa memoria), afirma que si una persona se para
debajo de la jupá (palio nupcial) con alguien, eso significa
que ese alguien es su verdadera alma gemela. No importa lo
que uno haya hecho antes. Si se esfuerza por hacer teshuvá
(arrepentirse sinceramente), entonces sin lugar a dudas va a
ser bendecido con su alma gemela.
…y se ganaba el sustento con su trabajo. Pero debido a que
era muy simple, no era diestro en el oficio y por lo tanto sus
ganancias eran magras y limitadas. Por consiguiente, ni
siquiera le quedaba tiempo para comer, ya que debía trabajar
en forma constante, debido a que no podía llevar a cabo su
trabajo con destreza. Entonces comía mientras trabajaba;
hacía un agujero en el cuero con su punzón y mientras
insertaba y quitaba el grueso hilo de coser, tomaba un bocado
de pan y se lo comía.
En total contraste con el Sabiondo, el Simple estaba siempre
ocupado, lo cual es muy sano, porque cuando uno está
ocupado, no tiene tiempo para cavilar demasiado ni para
deprimirse. Por el contrario, el Sabiondo tenía todo el tiempo
del mundo para complicarse con sus pensamientos, sus
fantasías y sus preocupaciones.
Vemos también que el Simple no tenía una vida fácil. No era lo
que se dice un maestro zapatero y además no tenía agilidad.
Lo poco que lograba llevar a cabo era de mala calidad, por lo
que los clientes no venían de a montones a encargarle calzado.
#-- - 18375-UV | 4 - B | 17-04-19 | 15:27:37 | SR:-- | Black
Capítulo Tres: La Simplicidad | 99
| 111 por eso el Profeta Elías le dio aliento en vez de darle riquezas. famoso “Rabí Akiva” que iba a codificar la ley oral judía. Y circunstancias exactas, Rabí Akiva iba a llegar a ser aquel Hashem sabía que ú
Ahora podemos comprender lo que dijo Rabí Najman en la
lección 282, en la que advierte en forma especial que debemos
estudiar y poner en práctica la lección de Likutey Moharán en
la que habla de los puntos buenos, para no perder el Mundo
Venidero, Dios no lo permita. Cuando el Instinto del Mal
infunde en la persona amargura y melancolía, y la convence
de que todo lo que hace no vale de nada, la persona deja de
hacer lo poco que está haciendo. Pero si, por el contrario, uno
se alegra con sus puntos positivos, y cree en ellos, entonces
uno recibe fuerzas para seguir haciendo cosas positivas.
Esa persona canta ante Hashem y ora para alcanzar un
arrepentimiento total.
La luz de los preceptos
La persona que respeta y honra cada precepto y se deleita en
él recibe la luz de ese precepto y tiene el mérito de recibir la
luz de la Torá, ya que tiene en sus manos una gran fortuna:
la capacidad de cumplir preciados preceptos a cada instante,
que es algo cuyo valor es incalculable.
Uno no debe cometer el error de pensar que la alegría de los
preceptos es cosa de una élite de unos pocos privilegiados que
conocen los secretos interiores de la Torá, porque de hecho
hasta la persona más simple, incluso la que acaba de empezar
a servir a Hashem, también puede y debe alegrarse, si tan sólo
se conduce con simplicidad y es consciente del enorme mérito
que tiene al poder cumplir con la voluntad de Hashem, a
pesar de ser una persona tan simple.
Porque cada precepto posee un valor imposible de describir
con palabras y cada deseo, por más ínfimo que sea, de servir a
Hashem es importantísimo. Pensemos un segundo: ¡con cuánta
alegría uno cumpliría los preceptos si tuviera esta convicción!
Es como alguien que encontró un diamante carísimo. Por
supuesto que esa persona saltaría de la alegría… Y cuanto
más humilde es, más alegría y más entusiasmo siente.
feliz con lo que le tocó en la vida. le pone y en cada prueba que le presenta, ella siempre es feliz, otro requisito para ser feliz y en cada situación que Hashem Hashem. La persona que tiene emuná no necesita de ning