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102| En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Tres: La Simplicidad | 107 un globo pinchado… vuelve arrogante. Y cuando fracasa, se desinfla como
que Hashem le dio, entonces sin lugar a dudas debe ser lo
mejor para él, porque contiene todo lo necesario para que
pueda llevar a cabo su misión en este mundo. Y es por eso
que el Simple es capaz de sentir todos los sabores posibles en
el pan y en el agua.
Rabí Natan hace alusión a este concepto en su obra magna
(Likutey Halajot, Leyes del Lavado de las Manos, Sección 6), donde dice que
uno puede sentir todos los sabores que desee en un pedazo de
pan. De hecho, vemos que a menudo la gente pobre se deleita
con un pedazo de pan seco y un vaso de agua muchísimo
más de lo que los aristócratas se deleitan con los más finos
manjares. Esto nos demuestra que esas personas simples se
encuentran a un nivel espiritual superior al de los aristócratas.
El pueblo de Israel, que estudia Torá en un ambiente de
santidad, es capaz de sentir cualquier sabor en el pan y en
el agua si se contenta con pan y con agua. Ese es el secreto
del maná, el pan de origen Divino que Hashem le proveyó al
pueblo judío durante cuarenta años mientras estuvieron en el
desierto. De hecho, en el maná ellos podían sentir el gusto que
les apeteciera, pero los malvados no sabían valorar el maná y
se quejaban de que recibían siempre la misma comida.
En efecto, el ser humano puede subsistir en base a pan y agua,
y además ellos contienen todos los remedios, tal como se
enseña en Likutey Moharán: “Esto es: ‘Y servirán a Hashem su
Dios y Él bendecirá tu pan y tu agua y apartará la enfermedad
de tu medio’” (Éxodo 23) – “Servirán a Hashem” – el servicio es
la plegaria. Este versículo está indicando que la persona que
sirve a Hashem va a encontrar todos los remedios en el pan
que coma y el agua que beba.
La persona que tiene emuná es feliz con pan y con agua si eso
es lo que Hashem decide darle. Y no sólo eso, sino que incluso
puede sentir todos los sabores imaginables en el pan y en el
agua.
Alguien podrá pensar que el hecho de sentir una multitud
de sabores es algo puramente imaginario. Sin embargo, no
es así. ¡Estamos hablando de algo que sucede en la realidad! de agujeros…
Capítulo Tres: La Simplicidad | 103
emocional. hitzjazkut, o sea, el arte del auto-fortalecimiento es
La elección adecuada
El ser humano ha sido creado esencialmente para que
ejercite su libre albedrío, que es el que lo dirige. Si la persona
supiera cuál es la elección adecuada a cada instante de la
vida, ciertamente iría siempre por el camino correcto. La
esencia del libre albedrío consiste en discernir entre la forma
correcta de pensar y la necedad. De hecho, el Instinto del Mal
se denomina “un rey viejo y necio”. Por lo tanto, cuando la
persona elige creer que aquello que le sucede es la expresión
de la voluntad Divina, está siempre alegre y dispuesto a
comprender las alusiones del Creador y a acercarse a Él y a Su
servicio. Eso es lo que se llama “elegir bien”. Por el contrario,
cuando la persona elige pensar que todo es por su ego, esa
persona se persigue a sí misma, pensando que ella es ama de
su pasado y que podría haber actuado mejor, tal como ocurre
con el Sabiondo de nuestra historia, que nunca está satisfecho
consigo mismo. Esa es la peor elección.
Por ejemplo, cuando uno tiene pensamientos lujuriosos, la
buena elección consiste en pensar que esos pensamientos
también provienen de Hashem. Si se equivoca y se los atribuye
a sí mismo, como si él “eligiera” los pensamientos que va a
tener, es evidente que se sumirá en una profunda tristeza. Sus
pensamientos no harán más que empeorar y es casi seguro
que esa persona va a perder toda conexión con Hashem y con
las alusiones que Hashem quería señalarle a través de esos
pensamientos.
No obstante, si esa persona tiene el mérito de elegir bien y
cree que esos malos pensamientos provienen de Hashem,
entonces no se va a acusar a sí misma sino que tratará de
comprender qué es lo que Hashem le está dando a entender.
En este caso, Hashem le está diciendo que debe trabajar para
mejorar su alegría, ya que la expresión “con alegría” (besimjá)
en el original hebreo se escribe con las mismas letras que la
palabra “pensamiento” (majshavá). Esa persona deberá por lo
tanto esforzarse mucho a fin de adquirir la virtud de la alegría
y entonces sus pensamientos serán tranquilos. La alusión del
lo mismo llevar traje de sastrería que un par de jeans llenos aunque todavía no lo conozcan por dentro. Y viceversa. No es los demás. Cuanto mejor aspecto tenga, más lo van a respetar, en que uno se viste determ