Page 27 - Confesiones de mi alumno
P. 27
acercaba a preguntarme. Una tarde, antes de la entrada estaba yo en la
oficina bajando información del internet, y al verme se aproximó.
―¡Profe buenas tardes! ―me extendió la mano.
―¡Que tal! ¿Alguna novedad? ―pregunte.
―¡Sí profe! ―me respondió.
―Qué de nuevo ha pasado, cuéntame ―y dirigí la mirada hacia él como si con
los ojos le escuchara.
―Anoche profe, cuando me fui a mi casa, pase por un bosque, por ahí pasa una
pequeña acequia y tuve que cruzarlo, todo estaba oscuro profe y silencioso,
entonces profe cuando pasaba por ese lugar escuche unas voces que me
llamaban.
―¡De veras! ―pregunte sorprendido.
―¡Si profe! ¿Profe, crees que me esté volviendo loco? ―había preocupación
en sus palabras y en su semblante.
―¿Por qué dices eso? ―le pregunte.
―Es que en ese lugar siempre escucho que me llaman, profe ¡Enrique! ¡Enrique!
gritan profe, pero yo no les tengo miedo profe. Volteo y grito con todas mis
fuerzas ¡quien chucha me llama! pero nadie me responde, profe ―hablaba
agitado, apurado, como si el tiempo no le alcanzara para narrarme todo lo que
tenía que contarme. Quede asombrado con tal relato, creí que era su
imaginación propia de un adolescente, o un cuento, o un sueño que yo le pedí
Página
27