Page 57 - Confesiones de mi alumno
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¡Mierda, esto es real! Tome mi celular y llame a mi madre y le dije: mamita, no
me esperes, duerme tranquila, hice perder mis dos soles y me voy a demorar
buscándolo, le dije. Que le iba a decir profe. Que me había perdido, que me
estaba volviendo loco, no profe. Baje a toda prisa del árbol, me desespere y me
puse a llorar como un niño sin saber dónde estaba. No podía ubicar mi casa,
ni mi chacra, ni el camino de regreso a casa, profe.
―¿Y qué hiciste? ―le pregunte.
―Me di cuenta que las luces del pueblo estaban abajo y camine hacia ella, profe.
Cuando Salí de ese lugar y llegue donde había muchas luces, recién a partir
de ahí puede ubicar el lugar donde estaba y a partir de ahí me dirigí a mi casa.
―¡Eso te pasa por estar viendo supercherías en tu celular! ―le dije.
―¿Crees que sea eso profe? ―me pregunto.
―Deberías ir a ver a un psicólogo ―le sugerí, luego me aleje de él sin que se
diera cuenta y le dije.
―¡Mañana hablamos!
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