Page 62 - Confesiones de mi alumno
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XII
Sus notas estaban por encima del promedio: diecisiete en comunicación,
diecinueve en CTA y en matemática. ¿Por qué le habrán puesto esa nota
los profes? Porque ahora andaba Presumiendo, comparando libretas
de información, haciéndoles saber a sus compañeros que era el mejor: “soy el
mejor matemático de cuarto” “soy el mejor matemático de cuarto” hasta a
mí me lo hacía recordar como si yo fuera olvidarlo. Sus amigos que más
perecían sus enemigos acercabanse a él con el único interés de que les
ayudara con sus tareas, en cambio otros, los más sinceros con él lo
despreciaban por su soberbia.
Quería enseñar a toda su clase, y si fuera posible a todo el colegio su
conocimiento, su sabiduría. Pues se llamaba también así mismo “hombre sabio”
―Si fueras sabio serias más humilde ―le dije una vez. Andaba preguntando
a todos los profes, a ver si conocían su área, si no podía este, le preguntaba
aquel. A todos les interrogaba y a todos les debatía. Era un crítico, hipercrítico
diría yo: una enciclopedia de dudas.
Ha pasado tanto tiempo, y lo recuerdo con dificultad. Estaba conversando con
sus compañeros cuando entro con la mirada pérdida, violento, mirando atrás y
a todos lados como si alguien le siguiera. Se acercó a nosotros, levanto la mano
y grito.
―Profe, Dios no sabe matemáticas ―y todos nos volteamos atónitos.
―¿Cómo llegaste a esa conclusión? ―mire los gestos que hacía.
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