Page 66 - Confesiones de mi alumno
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XIII


                  No hay que  caminar mucho para encontrarse con gente  de  mal  vivir,  jóvenes

                  viviendo al margen de la ley. Qué de bueno podemos esperar  si en  los  colegios

                  no respetan las normas de convivencia.  Ahí los chicos hacen  lo que quieren.

                  ¿Dónde se preparan estas gentes de mal vivir?   La vida les ha enseñado o quién

                  sabe si se estén formando en las     aulas. Seria Enrique uno de ellos, pues   en su


                  cabeza no cabía el bien y todos sus pensamientos eran     oscuros.  Él hacía todo

                  lo contrario a lo que estaba escrito en aquel    refrán: pensaba mal, hablaba peor

                  y obraba  terriblemente haciendo daño   a todos  sin que ellos se  dieran cuenta,

                  dice él por  diversión, y      pasatiempo.



                  Cuando lo veo, a veces  trato de evitarlo, más el siempre que me ve se acerca; ya

                  en la entrada,  en el recreo o en la salida, viene  a contarme sus historias.  Si

                  acaba  una,  empieza  a  contarme  otra y otra,  que  pareciera nunca  terminar ;


                  como  las  mil  una  noche.


                  Por esa semana creo que había una feria de ciencia y tecnología y todos los


                  alumnos hablaban de sus proyectos y planes para exponer.


                  Ya había pasado un par de horas  desde que habíamos entrado  cuando Enrique

                  se acercó a contarme  lo que había planeado.



                  ―Profe, profe, te cuento un plan malvado que hice.


                  ―¿De qué plan hablas?    ― pregunte.













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