Page 68 - Confesiones de mi alumno

―No deberían hacer esas cosas, se van a meter en problemas ―le advertí,

pero de nada sirvió las advertencias. Estaban en la adolescencia y querían

experimentar todo.

―No creo profe, mi amigo y yo planeamos meses antes de hacer una travesura.

También votamos en el camino CDs y memorias USB que contenían videos

porno, para saber quién es el imbécil que lo recoge, Ahora sabes profe,

estamos planeando echarle un químico al agua para eliminar a las personas

que estorban.

―¡Qué! ¿Es una broma? ―me altere creyendo que lo que decía era en serio y

luego continúe hablando― ¡por qué no se dedican hacer buenos proyectos,

qué ganan haciendo el mal a las personas! ―le reproche.

―Es nuestro pasatiempo, profe ―se reía al verme molesto.

―¡No! ¡Muy mal! creo que están pensando mal, deberían ir a ver a un psicólogo

―hable moleste, di unos pasos me detuve luego para seguir escuchándole.

―Eso no es nada profe, el año pasado le hice llorar a la profesora Ruth, me

divertí mucho haciéndole renegar, igual que lo hago con usted. ―yo solo

oía lo que decía, pues me sentía muy cansado, así que solo escuchaba las

locuras, pues no sabía si tenía cerca de mí a un genio, o a un lunático:

un demente al que había que tratar.

Y acabando esto empezó a contarme otra historia.

―Te cuento profe, la otra vez vendí un celular a doscientos soles al técnico.

Estaba regresando a mi casa cuando vi a un hombre mendigar en las calles, esos

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