Page 63 - Confesiones de mi alumno

―Es que profe, ayer cuando fui a participar en las olimpiadas matemáticas,

antes de dar el examen le pedí ayuda: ¡Diosito ayúdame! Le dije, pero él nunca

me ayudo profe. Debe ser porque no sabe matemática. Dio un paso

empujando a sus compañeros y se abrió espacio entre nosotros.

―Dios conoce todas las ciencias, es el principio de todas las ciencias

―le respondí.

―No creo profe ah, entonces porque no me ayudo en el examen, debe ser un

mal matemático ―hablo levantado la voz.

―Los que se especializan solo en números, en esa sola ciencia, son almas

oscuras, como iba ayudarte ―le respondí, pero él no comprendía.

Luego pensé en voz alta: si comprendes a Dios, puedes entender todas las

ciencias, y luego cite una frase de un autor que no recordaba bien su nombre

“las matemáticas son solo ejercicios del espíritu que se está preparando para

la filosofía”

Para su profesora y para mi alumno la matemática lo era todo, las demás áreas,

no eran ciencias y por tanto no servían para nada: ¿para qué servía la historia,

y para qué la religión? para nada, respondiase. Todos los profesores de

matemática manejaban el mismo discurso también ¡si quieres ser ingeniero,

debes dominar las matemáticas! Y los muchachos se esforzaban, por

comprender su área: todos querían ser ingenieros o médicos, no porque

tuvieran vocación para ello, sino porque ahí se hacía mucho dinero y se ganaba

un estatus social y nada más.

Enrique hablaba y seguía conversando que cansaba. Algunos de sus

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