Page 179 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Por su parte, el puerto de Spina, aunque ubicado en un ambiente fluvial, no le
jos de la costa adriática, tuvo en tiempos etruscos el carácter de puerto comercial, des
de donde salían los productos del área véneta —entre ellos, el ámbar venido del Bál
tico— y se recibían los de origen griego que también se comerciaban con la cercana
Adria, ciudad que daría —como dijimos— nombre al mar. Las excavaciones han fa
cilitado restos de sus necrópolis con tumbas que datan de finales del siglo vi a.C. y
que alcanzaron el m a.C.
Las a c t iv id a d e s piráticas
El problema acerca de la piratería etrusca se halla todavía abierto en la investiga
ción, según M. Giuffrida Ientile, autora de un estudio monográfico sobre el tema,
a causa de la gran cantidad de dificultades historiográficas que presentan las fuentes
clásicas, especialmente las griegas, y por el hecho de que la piratería fue una costum
bre habitual de todos los pueblos en el período arcaico.
Se ignora si la misma existió o no en Etruria antes del siglo viii a.C. y si fue o no
auspiciada por algunas ciudades. En cualquier caso, fueron los escritores griegos quie
nes propalaron la existencia de una temida piratería etrusca, actividad, por otra par
te, practicada también por los antiguos griegos, según testimonio de Homero (Odi
sea, IX, 39-66) y de Tucídides (I, 5), y que en muchas ocasiones se la asoció, sin más,
a las prácticas comerciales, al no existir por aquel entonces, como muy bien ha seña
lado M. Gras, una clara diferenciación entre comerciantes y piratas.
G. Colonna y M. Torelli se inclinan a creer que las ciudades de la Etruria meri
dional prosperaron muy tempranamente (siglo v iii a.C.) debido a la piratería. Por su
parte, J. Bérard pensó que fueron los fenicios quienes propalaron en Grecia el temor
de los piratas para así mantener secretas las rutas sicilianas que ellos surcaban. Para
A. Sánchez, habrían sido los propios tirrenos los que, a fin de salvaguardar su área de
influencia comercial, habrían difundido su fama de piratas.
En cualquier caso, el inicio de la piratería etrusca debe ponerse en relación con
el nacimiento de la marinería, que para V. S. Paglieri, habría tenido lugar en el siglo
vil a.C., siglo en el que los etruscos estuvieron en condiciones de construir naves ade
cuadas, aptas para enfrentarse a las griegas.
Esta hipótesis concordaría con lo expuesto por D. Musti, quien argumenta que
los griegos tuvieron ya, a partir del siglo vi a.C., conciencia de la potencia naval etrus
ca, capaz de surcar las aguas del Tirreno y del Adriático y de costear las islas de Cór
cega, Cerdeña, las Baleares y el litoral mediterráneo español.
Por Diodoro de Sicilia (V, 9) sabemos que los rodios y cnidios de Lípari hubieron
de construir, en el 580 a.C., una flota para oponerla a los tirrenos, contra quienes tu
vieron que luchar en no pocas batallas navales, de las que tenemos noticia por fuen
tes literarias (Estrabón y Pausanias) y epigráficas (inscripciones délficas). L. Rota pro
puso que la lucha etrusco-liparesi se planteó no tanto por la posesión de las islas Lí
pari como por su carácter de base de piratas.
Sería después de la batalla de Alalia, que tuvo lugar hacia el 540 a.C., cuando
los griegos sentarían las premisas para construir la imagen de los tirrenos como pi
ratas. Luego, en el siglo v a.C., tal imagen de corsarios se adscribió específicamen
te a los tirrenos que actuaban en zonas occidentales. En este ámbito y poco antes
de la batalla de Cumas, Anaxilao, tirano de Rhegion, llegaría a fortificar el istmo
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