Page 476 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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por  Vestricius Spurinna en honor de  tales  antepasados  suyos,  se expusieron junto  al
        Ara della Regina, el templo de Tarquinia, en el siglo i de nuestra era. Escritos en len­
         gua latina, rememoraban acontecimientos de los siglos iv y m a.C., lo que demues­
         tra la existencia de verdaderos archivos familiares entre determinadas familias etruscas,
         constatados, por otra parte, por Tito Livio (VIII, 40). Si el elogium del primer miembro
         está perdido, los ebgia de los otros dos componentes — Velthur Spurinna y su hijo Aule
         Spurinna— han  llegado  a  nuestros  días,  aunque  incompletos.  El  elogium  de  Velthur
         (mármol de 46,50 X 43,60 cm, hoy en el Museo Nacional de Tarquinia) alude a su car­
         go de pretor, que desempeñó dos veces, y al hecho de ser «el primero de todos los
         etruscos en atravesar el mar con un ejército» (clara referencia a la ayuda que prestó
         a los  atenienses en la campaña de  Siracusa del 414-413  a.C.). El de Aule (mármol
         de 26,50 x 56 cm) recuerda que había depuesto a Orgolnio Velthume, rey de Caere,
         además de haber controlado una sublevación de siervos en Arezzo, haber capturado a
         los latinos nueve ciudadelas del Lacio y haber mantenido contactos con los faliscos.
            Textos más tardíos recuerdan elogia de  otros personajes  de estirpe  etrusca,  espe­
         cialmente los relativos a Tarquinia. Podemos citar el existente en el llamado Fragmen­
         to Borman 1869, hoy perdido, pero conocido gracias a los estudios de M. Torelli. En
         el mismo se alude a un anónimo personaje que intervino en política y en enseñan­
         zas religiosas —Etrusca disciplina— durante más de 30 años.
            No faltan epígrafes de personajes que, en diversos períodos de la historia roma­
        na, desempeñaron el honorífico cargo de praetor Etruriae X V populorum, o de aquellos
         que formaron parte del Ordo haruspicum LX, testimonio inequívoco del arraigo de las
         tradiciones etruscas.
            En cualquier caso, la visión histórica de los etruscos siempre estuvo sometida a
         un determinismo divino, si se ha de hacer caso al tope de los famosos diez saecula en
         que habían calculado el tiempo de su duración como pueblo y nación.


         Literatura técnica y  científica

            Debemos suponer que los alcances técnicos logrados en obras de ingeniería, agri­
         mensura,  náutica y metalurgia  los  habrían  fijado  por  escrito  total  o  parcialmente,
         pero nada de ellos ha llegado. Otro tanto debe decirse de sus decretos, leyes y juris­
         prudencia, cuyo pálido reflejo puede verse en el ya comentado cipo de Perugia. Tam­
         poco nos han llegado los tratados de agricultura que sin duda llegaron a escribir. Lo
         único conservado, alusivo a esta materia, son algunos fragmentos de una variopinta
         obra del agrónomo de origen etrusco Sasema, que vivió a finales del siglo π a.C., frag­
         mentos citados por Varrón, Columela y Plinio el Viejo. Si bien han llegado párrafos
         de un Ostentarium arborarium, obra del arúspice Tarquicio Prisco, en donde se recoge
         una pequeña relación de árboles y plantas de carácter nefasto, a la que ya se aludió,
         nada se puede decir de tal obra.


        Literatura mitológica

            La dependencia mitológica de Etruria respecto a Grecia es una realidad muy evi­
         dente, según prueban la onomástica y las imágenes de los héroes y dioses helénicos
         figurados en infinidad de espejos de bronce, sarcófagos, pinturas y otros objetos me-


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