Page 477 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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ñores del arte etrusco, según han subrayado, entre otros, R. Hampe, I. Krauskopf,
E. Simon y G. Camporeale.
Uno de los casos más significativos puede ejemplarizarse en el magnífico espejo
de bronce (18 cm de diámetro), del siglo rv a.C., hallado en Preneste y hoy atesora
do en el British Museum, en cuyo reverso se recoge la escena del nacimiento de
Menrva, que, en forma de Palas Atenea alada, surge de la cabeza de Tima, el princi
pal dios de Etruria. A dicho nacimiento ayudan las damas aladas Ethausva y Thanr en
calidad de comadronas. Tal temática, que nuevamente aparece en otros espejos, res
ponde a la leyenda griega sobre el nacimiento de la diosa de la sabiduría, que los
etruscos hubieron de conocer a la perfección.
Muchos de los nombres mitológicos griegos fueron escritos bajo formas etruscas,
siempre reconocibles. Entre ellos, y para no alargarnos, baste citar los de Acble (Aqui-
les), Aplu (Apolo), Athrpa (Atropos), Atunis (Adonis), Cacu (Cacu), Casntra (Casan-
dra), Cluthumustha (Clitemestra), Chalchas (Calcante), Charu(n) (Caronte), Elina (Ele
na), Epiur (Euforion), Euturpa (Euterpe), Hercle (Hércules), Thevrumines (Minotauro),
Menle (Menelao), Menrva (Minerva), Patruele (Patroclo), Turms (Mercurio), Urphe (Or-
feo), Urusthe (Orestes) y Utusthe (Odiseo, Ulises).
Sin embargo, todavía se ignora si los etruscos llegaron a comprender los mitos
griegos o bien si por desconocimiento los banalizaron (G. Camporeale), dada la acul-
turación que hubieron de sufrir en esta temática. Asimismo, tampoco sabemos cuán
tos mitos de creación etrusca se esconden bajo las escenas de tipología genuinamen-
te griega en su tratamiento, que aparecen en el arte etrusco, mitos que hubieron de
contar con el soporte de una literatura específica, hoy también desaparecida, pero
cuyo rastro puede seguirse en un buen número de héroes, cuyos nombres no se
corresponden de modo exacto con los de la mitología griega.
Entre estos héroes podemos citar unos cuantos: Achvizr, figurado unas veces como
personaje masculino y otras femenino, componente de la corte de Turan; los sátiros
Aulunthe, Chelpun, Sime y Puanea; Chaluchasu, identificado por algunos con el mítico
Talos; Clesclan, el hijo de la diosa Sol; el joven o la joven Leinth; la novia Malavisá,
muy representada en los espejos y que fue sujeto de un mito relacionado con una
boda; Munthuch, enigmática figura representada en escenas mitológicas de aseo perso
nal; Nathum, tal vez versión etrusca de una de las Furias griegas: Phulphusna; el jovenci-
to Pulthisph; Thalna, mujer presente en escenas de parto; Tuchulcha, el demonio de la
muerte; i/sil, el dios Sol; y Zipna, figura femenina del círculo de Turan.
Personalidad propia —con leyendas singulares etruscas— tuvieron Tages, el niño
profético salido de un surco de la tierra; la ninfa Vegoia o Bogoe, autora de textos re
ligiosos, y Tarchun (Tarconte), el legendario fundador de Tarquinia, imaginado en un
espejo como arúspice.
A todos estos personajes citados, que no agotan ni muchísimo menos la mitolo
gía etrusca, pueden añadirse otras figuras menores, representadas sólo una o dos ve
ces en los espejos y de las cuales prácticamente no se sabe nada: Arle, Chais, Rathlth,
Ucernei y Zinthrepus.
Literatura religiosa
Mucho más importantes fueron los textos religiosos que podemos considerar
«mayores» y que, como dijimos en el apartado de la Etrusca disciplina, les fueron re
velados a los etruscos por el divino niño Tages y por la ninfa Vegoia o Begoe, antes ci
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