Page 75 - Vernant, Jean-Pierre - El universo, los dioses, los hombres. El relato de los mitos griegos
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humana, la que conduce a su agotamiento, pero también
como la parte de Afrodita, la que aporta nuevos nacimien
tos. La esposa encarna la voracidad que destruye y la fe
cundidad que produce. Resume todas las contradicciones
de nuestra experiencia. Al igual que el fuego, es a un tiem
po la personificación de lo específicamente humano, por
que sólo los hombres se casan. El matrimonio distingue a
los hombres de las bestias, que se aparean como si comie
ran, al azar de los encuentros, de cualquier manera. Así
pues, la mujer es símbolo de una vida civilizada; no hay
que olvidar que ha sido creada a imagen y semejanza de
las diosas inmortales. Cuando se mira a una mujer, se ve a
Afrodita, Hera o Atenea. Es, en cierto modo, la presencia
de lo divino en esta tierra, por su belleza, su seducción y
su cháris. La mujer conjuga lo más vil y lo más elevado de
la vida humana. Oscila entre los dioses y las bestias, que es
lo propio de la humanidad.
EL TIEMPO QUE PASA
Volvamos a la historia de una manera más anecdótica.
Pandora ha entrado en el hogar de Epimeteo y se convier
te en la primera esposa humana. Zeus le susurra al oído lo
que debe hacer. En casa de Epimeteo, al igual que en la de
cualquier agricultor griego, hay muchas vasijas, y, entre
ellas, una muy grande, oculta, que no debe ser tocada.
¿De dónde procede? Se dice que la han traído unos Sáti
ros, pero no es verdad. Un día, cuando su marido ha sali
do, Zeus susurra al oído de Pandora que destape esa vasija
sin más espera y después coloque de nuevo la tapadera. Y
es lo que hace. Se acerca a las vasijas, muy numerosas. Al*
gunas contienen vino, otras trigo o aceite, todas las reser
vas alimenticias están guardadas allí. Pandora levanta la
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