Page 143 - Debate anti-utopico
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La izquierda desfigurada en los tiempos democráticos 143
Lamentablemente, nunca se tomaron en cuenta otros aspectos como
la consulta a la sociedad civil o una apertura para incorporar en los pro-
cesos de toma de decisiones a las movilizaciones sociales que, hasta el día
de hoy, buscan transformar el carácter del Estado. Fue la realización de la
Asamblea Constituyente en el periodo 2006-2007, el momento histórico
que intentó fusionar la lógica procedimental de la democracia representa-
tiva con la dinámica social de las demandas por una democracia directa;
por ejemplo, proponiendo descolonizar el Estado y el sistema político, o
simplemente insistiendo en un mayor número de reformas para superar
la inestabilidad supuestamente estructural de la democracia boliviana.
El rumbo y las problemáticas democráticas en Bolivia del periodo
2003-2014 buscaron desesperadamente poner en práctica un cambio dura-
dero pero encontraron, simultáneamente, mayores obstáculos, colocados
por las ambiciones personales de los caudillismos de izquierda y dere-
cha. El caudillismo o autoridad caudillista puede entenderse como todo
liderazgo carismático donde se reconoce la legitimidad de un solo líder,
al margen de cualquier esfuerzo de institucionalización.
En el caso boliviano, los caudillos siempre apelaron a las masas para
proponer cambios drásticos, desestimando los mecanismos instituciona-
les formales como un sistema de reglas de comportamiento democrático,
y apelando a la representación directa de la voluntad popular (Irurozqui
& Peralta Ruiz, 2000). El caudillismo fue considerado como un resabio
primitivo completamente opuesto a la modernización institucional de la
democracia, además de constituir un fracaso antidemocrático (Garretón,
2002). Sin embargo, estas valoraciones olvidaron que el caudillismo podía
convertirse en un requisito de cohesión social, al cual también están liga-
das las transformaciones constitucionales y políticas. La inestabilidad
señala, en gran medida, una crisis de liderazgo muy grande, lo cual evita
materializar los planteamientos de cambio para vincularlos con realida-
des que otorguen legitimidad en términos de mutuo reconocimiento y
equilibrio adecuado entre el Estado y la sociedad civil boliviana.